Las ciudades del futuro serán verticales… y así las puedes crear en videojuegos
En el mundo del futuro cercano, la población aumentará hasta límites insospechados en nuestro presente, y la gran mayoría de la misma vivirá en entornos urbanos. Ya para el inminente año 2050 se estima en más de 9.000 millones los habitantes del planeta, de los que al menos el 70% vivirá en ciudades. ¿Cómo serán esas ciudades del futuro? Las megalópolis actuales quedarán desfasadas pronto y serán sustituidas por núcleos aún más grandes, más poblados y que crecerán… en vertical. La cantidad de suelo útil dedicado a la construcción será cada vez menor (sobre todo si tenemos en cuenta las necesidades crecientes de suelo para cultivo o para ganadería), así que la solución será subir.
No hablamos de ciudades en las nubes, sino de que es probable que los edificios se diseñen y planifiquen como pequeños complejos de torres interconectadas que cubran las necesidades básicas de vivienda, ocio y negocios para grupos de habitantes (2.000 a 5.000 personas): las nuevas comunidades de vecinos serán prácticamente autosuficientes. Como comentan en el blog iQ:
En este escenario, las torres interconectadas se estiran hacia las nubes incorporando apartamentos, oficinas, parques, hospitales, cines, tiendas, energía, instalaciones de producción de comida verticales y todo lo demás que estamos acostumbrados a ver en una metrópolis a nivel del suelo.
En ese sentido sí que estaríamos pensando en ciudades que se ven en las películas de ciencia ficción, como por ejemplo la visión de la ciudad de “El quinto elemento“, ciudades que crecen sobre sí mismas, con edificios complejos repletos de servicios, con alimentación de energía autónoma… Seguramente, no veamos tan pronto los coches voladores, pero sí que la interconexión de grandes torres será una de las mejores maneras de desplazarse entre bloques.
Los videojuegos ya nos permiten experimentar con las ciudades del futuro
Los videojuegos siempre están a la vanguardia de lo innovador. No son solo elementos de ocio (que lo son), sino que al poder definirse mundos diferentes, reglas específicas, situaciones que parten de la imaginación, las posibilidades de simulación aumentan exponencialmente. Si conoces la saga Sim City, entonces sabrás que llevamos más de 27 años construyendo ciudades, gestionando y optimizando recursos para conseguir las mejores urbes, las más rentables, las menos contaminantes y las que mejor tratan a sus habitantes.
Frente a videojuegos que explotan la parte más lúdica del asunto, como la mencionada saga Sim City, o divertidos experimentos como BalanCity, existen herramientas más educativas, por decirlo así (como comentario, los videojuegos suelen ser en cierto punto educativos, salvo excepciones en algunos géneros concretos), que nos permiten aprender cómo podría ser una microciudad (o macroedificio, depende del punto de vista) partiendo de estructuras básicas y específicas, y con el objetivo de mantener un equilibro estable entre ciertos parámetros que definen la calidad de vida: entretenimiento, trabajo, energía, agua, gestión de residuos, seguridad, asistencia sanitaria…
El concepto de ciudad del futuro parece muy indicado al ser pensado en vertical. Cómo se alcance esa configuración es diferente, pues ya sea a través de nuevas construcciones, o agregando edificios y servicios, la idea de un futuro con enormes y complejos edificios, que funcionen prácticamente como ciudades en miniatura, cuenta con grandes ventajas desde el punto de vista de la sostenibilidad y el urbanismo, incluyendo por supuesto las menores necesidades en cuanto a transporte.