Domenico Franco es un fotógrafo y artista digital que se entretuvo con este proyecto personal titulado Lego fuera de Legoland. Básicamente consistía en integrar algunos vehículos originales de LEGO en las calles de Roma, la ciudad eterna. El resultado está entre lo simpático y lo irreal, con toscos vehículos de brillantes colores aparcados y circulando entre otros de exactamente las mismas proporciones por las vías públicas.

La idea fue relativamente fácil de llevar a cabo: primero se tomaron fotografías de la ciudad y algunos espacios de aparcamiento y luego se colocaron los vehículos en los lugares oportunos, asegurándose de que las sombras y transparencias cuadraran con la escena –un trabajo meticuloso, pero no imposible. El resultado es una escena cotidiana de una ciudad normal y corriente en la que de repente aparecen “elementos ideales” surgidos del mundo de LEGO, con sus formas rectas y sus llamativos colores.
Algunas de las escenas son un poco peculiares, eso sí: helicópteros junto al Coliseo de Roma o naves espaciales aterrizando en mitad del casco antiguo, por no hablar de los trenes y tranvías que recorren las vías romanas. Irónicamente quizá la foto de la excavadora de LEGO, uno de los modelos más icónicos, sea la más realista: los habitantes de la capital italiana siempre se quejan de que la ciudad está constantemente en obras, de modo que esto no estaría tan fuera de lo habitual.
El proyecto de Domenico Franco fue tan aclamado “viralmente” que incluso preparó una segunda parte: LEGO fuera de Legoland 2 con trenes, naves espaciales e incluso un Ferrari de Fórmula 1. Junto con cada fotografía se incluye además el número de “caja de LEGO” a la que corresponde el modelo, por si alguien se anima a recrearlo en otro escenario. Quien sabe, quizá pronto veamos una Europa llena de vehículos grandotes, cúbicos y de aspecto tan simpático como los de este proyecto.