Consejos para conducir con niebla
Conducir con niebla es incómodo y tiene ciertas peculiaridades que debemos tener en cuenta. La niebla es un fenómeno meteorológico que puede surgir de improviso en la carretera. Se trata de nubes bajas, normalmente producidas por la evaporación de la humedad en el suelo y que dificultan enormemente la visibilidad, dependiendo de lo espesa que se presente. La definición «oficial» en meteorología es «la suspensión de gotas pequeñas de agua que producen una visibilidad de menos de 1 km».
Por tanto, cuando nos encontramos con niebla en la carretera debemos pensar en maximizar la visibilidad. Es decir, debemos procurar ver lo mejor posible y que nos vean lo mejor posible porque, de momento, no podemos ver a través de la niebla.
Cómo conducir con niebla
Por poco que salgamos a la carretera, es muy probable que nos encontremos con algún banco de niebla o con condiciones de baja visibilidad, sobre todo si circulamos por zonas montañosas, del interior o frías. Los riesgos de conducir con niebla son bien conocidos: al tener poca visibilidad, podemos encontrarnos con obstáculos imprevistos en la carretera, o bien perder la referencia de las marcas viales y cambiarnos de carril, o salirnos de la calzada en una curva lenta. También podemos convertirnos en un obstáculo para los demás conductores.
La clave de todo es poder ver y ser vistos. Para ello necesitamos la mayor limpieza en todos los elementos involucrados en la visibilidad, desde el parabrisas y la luna trasera, pasando por las ventanillas y todo el sistema de alumbrado. Además, debemos saber cómo utilizar las luces antiniebla con seguridad y atendiendo a la normativa.
- Mantener limpios y libres de vaho los cristales del coche: parabrisas, luna trasera y ventanillas, además del retrovisor interior y los exteriores.
- Mantener limpias todas las luces del sistema de alumbrado del coche, especialmente las traseras y las antiniebla.
- Mantener en correcto estado de mantenimiento las escobillas limpiaparabrisas, para que su uso no implique una mala limpieza de la superficie del cristal, o peor, que ensucien el parabrisas.
El uso de las luces antiniebla y el resto del sistema de alumbrado es crucial:
- En condiciones de niebla ligera, utilizaremos las luces de posición y de cruce.
- Cuando la visibilidad es mala o muy mala, activaremos las luces antiniebla. La única obligatoria es la trasera, que se ha de activar solo en condiciones de muy mala visibilidad (ya sea por niebla densa, lluvia intensa, granizo severo…). Las luces antiniebla delanteras son opcionales, pero nos sirven para ver mejor la carretera y los arcenes en nuestras inmediaciones.
- En condiciones de niebla no se recomienda utilizar las luces largas. La razón es que el haz de luz se reflejará en la niebla y tendremos peor visibilidad.
- El uso de las luces antiniebla debe ser dinámico: activaremos la luz trasera solo en condiciones de muy baja visiblidad, y la desconectaremos cuando las condiciones mejoren. Hemos de recordar que la luz antiniebla trasera sirve para que seamos vistos; si la visibilidad mejora, podemos deslumbrar al conductor que nos precede.
- Si tenemos que frenar, es mejor hacerlo suavemente y, si podemos, con pisadas intermitentes al pedal, para que los conductores que nos sigan nos vean mejor.
Por otro lado, extremaremos la precaución en la conducción:
- Adaptaremos la velocidad y la distancia de seguridad a las condiciones de visibilidad. Se recomienda seguir la regla de las 3V: visibilidad, velocidad y (distancia con el) vehículo delantero. De esta manera, si tenemos una visibilidad de 100 metros, no debemos pasar de 100 km/h y debemos mantener una distancia de seguridad mínima de 100 metros.
- Conduciremos por el carril derecho (como se debe hacer siempre, pero más en estas condiciones).
- En caso de que la visibilidad sea demasiado mala, o que nos cansemos por el esfuerzo de conducir en estas condiciones, lo más recomendable es parar y descansar el tiempo que sea necesario: con niebla, nada de prisa.
Para conducir con seguridad en condiciones de niebla nos basta con seguir estas pautas sencillas. Para un viaje aún más seguro podemos consultar la información meteorológica antes de salir, y recordar que las paradas nunca son demasiadas cuando se trata de la seguridad de los nuestros.