¿Cómo gestionará un coche autónomo la llegada de una ambulancia en una emergencia?
De las muchas preguntas que nos hacemos sobre los coches autónomos, esta es sin duda una singular y de respuesta compleja. ¿Cómo sabrá lo que tendrá que hacer un coche autónomo cuando se aproxime un vehículo en una situación de emergencia? La complejidad de este problema es asombrosa porque, en primer lugar, es un suceso inesperado; en segundo lugar, puede aproximarse desde casi cualquier dirección; en tercer lugar, hay que coordinarse con el tráfico alrededor del coche.
Ya sea una ambulancia, un coche de bomberos o un vehículo de las fuerzas de seguridad con las señales de emergencia activas, lo que hay que hacer es dejar paso libre lo antes posible, y siguiendo unas mínimas normas de procedimiento, y de seguridad también. Lo más básico, algo que cualquier conductor hace, es averiguar por dónde se está aproximando dicho vehículo. ¿Estamos en su trayectoria? ¿No? ¿Hemos de dejar espacio para que otros conductores dejen paso?
Esto, que debería ser pan comido para un conductor humano, puede ser el problema más complejo para un cerebro de IA. Al menos, disponemos de reglas sobre cómo comportarse en estas situaciones como las que la DGT distribuye periódicamente. Normalmente, el conductor deberá apartarse hacia la derecha, pero esto varía en función del tipo de carretera por la que circule:
- En vías de doble sentido (carretera secundaria de un carril por sentido), deberá apartarse hacia la derecha para que el vehículo prioritario circule por el centro.
- En carreteras de dos carriles por sentido, el conductor del carril de la derecha deberá pegarse a la derecha y el de la izquierda a la izquierda, dejando libre el centro.
- En carreteras de tres carriles por sentido, el de la izquierda deberá arrimarse a la mediana, y los que están en el carril central y derecho, a la derecha.
Sencillo, ¿verdad? Y, ¿qué sucede en la ciudad? Todo resulta más complejo porque existen semáforos, cruces y otros problemas añadidos como peatones, ciclistas… En ocasiones un conductor deberá “saltarse” un semáforo, invadir una zona prohibida o lo que sea necesario, dentro de la lógica, para dejar paso libre al vehículo prioritario, y ahí es donde los grados de libertad son excesivos para un coche autónomo.
La solución está en las tecnologías car2x
El fin de los problemas de los sistemas de asistencia al conductor para gestionar situaciones extraordinariamente inusuales, inesperadas y únicas está en el desarrollo de tecnologías de comunicación entre coche y ciudad, o car2x. Este tipo de tecnología convertirá lo inesperado en predecible, y por tanto reducirá enormemente la complejidad del problema al que se enfrenta el coche autónomo.
Simplemente con disponer de esta capacidad de comunicación en vehículos de emergencia y en algunos elementos del mobiliario urbano, el coche autónomo podrá recibir aviso de la proximidad de un vehículo prioritario en emergencia. Podrá recibir información acerca de la ruta que lleva y hacia dónde acude, y también podrá saber exactamente cuántos vehículos hay entre ellos y, finalmente, qué acción tomar.
Puede quedarse quieto, moverse a un lado o al otro, adelantarse… Son múltiples opciones, pero eliminando la incertidumbre gracias a una comunicación fluida entre coche (en este caso coche autónomo, vehículo prioritario y, en el mejor de los casos, el resto de vehículos) y ciudad, todo se reduce a un problema muy simple.