Algunos consejos prácticos para fotografiar coches

Se pueden fotografiar coches por puro amor a los vehículos, por coleccionismo o por pasión por la fotografía. O se puede ser aficionado a la fotografía e intentar utilizar a los coches como protagonistas de las composiciones. Sea como sea, hay algunas pautas que conviene conocer porque con ellas las fotos pueden mejorar considerablemente.

1. Limpieza. Puede parecer una obviedad, pero cuanto más limpio esté el vehículo, más bonito quedará, especialmente si se trata de fotografiar los detalles o el interior. Salvo que se busquen efectos concretos (como en el caso de coches viejos y oxidados) la limpieza es lo primero. Y si la carrocería brilla y refleja demasiado tras la limpieza pueden usarse filtros polarizadores para suavizarlo.

2. Las mejores horas. Los fotógrafos saben que las mejores horas del día son el amanecer y el atadecer, en las que la luz no cae plana sino lateralmente y más suavizada. Es lo que se conoce como la hora mágica: alrededor de media hora antes y media hora después del momento exacto del amanecer o atardecer. Ese momento varía a lo largo del año, de modo que existen apps y calculadoras muy precisas con las que planificarse. En caso de duda: ese momento es cuando la luz ambiente es más o menos igual que la luz de las farolas.

3. El paisaje / entorno. No siempre es posible elegir el entorno en el que estará situado el coche en la fotografía, pero si se puede llevar a algún lado se pueden utilizar terrenos con césped, arena o asfalto; son estupendas las carreteras secundarias nada transitadas o abandonadas, algunos caminos rurales y los lugares con fondos llamativos (como montañas o bosques). Lo que hay que recordar es que si el coche está solo protagonizará toda la fotografía. Los errores típicos son fotografiar muchos coches juntos, en ciudades delante de señales, semáforos o escaparates, con gente caminando alrededor… Buenos lugares “alternativos” a falta de algo mejor pueden ser los aparcamientos cuando están vacíos, las puertas de garajes y las zonas de naves industriales y similares.

4. Fijarse en los detalles. Todo coche tiene su personalidad y esta a veces viene marcada por un logotipo, un tipo de faro, llanta o los reflejos de las ventanas. Incluso en el interior hay siempre un sinfín de detalles curiosos: indicadores, palancas y puntos de vista “diferentes”. Se puede aprovechar una sesión de «retratos de cuerpo entero» del vehículo para fotografiar también estos detalles como complemento.

5. Buscar puntos de vista alternativos. Hay quien prefiere la simetría y la cuadratura y quien se aventura a buscar puntos de vista más interesantes. Esto incluye situar la cámara prácticamente en el suelo (los resultados suelen ser fabulosos) o probar con varias lentes, si la cámara lo permite. El uso de grandes angulares permite acercarse a detalles, pero a la vez abarcar todo el coche. También hacer encuadres ligeramente inclinados puede dar sensación de agilidad –no deben ser demasiado inclinados.

6. La regla de los tercios. Si se va a fotografiar el coche completo conviene buscar al menos un encuadre seguro y garantizado, que sería el que respete la regla de los tercios: basta dividir imaginariamente el encuadre en 9 partes iguales con dos líneas verticales y dos horizontales, equidistantes, y colocar al protagonista en cualquiera de las intersecciones –normalmente en la más alejada del lugar al que se dirige (por ejemplo, si se trata de un coche circulando). El horizonte debe ocupar 1/3 de la altura de la foto y el cielo los 2/3 restantes.

7. Cuidado con los reflejos y los movimientos. Para evitar movimientos y desenfoques lo más práctico es usar un trípode. Por desgracia, es común ver fotografías en las que se ve al fotógrafo reflejado en las puertas, ruedas o ventanas de los coches; esto suele ser fácil de evitar moviéndose un poco. En caso de que sea imposible, basta programar la cámara y hacer que dispare desde el trípode –un mal menor.

8. Fotos en movimiento. No suele ser fácil realizar este tipo de fotos, pero si se quiere fotografiar un coche desde otro coche (desde alguno de los asientos de pasajero, naturalmente) conviene igualar las velocidades todo lo posible –a ser posible con el control de crucero–, bajar las ventanillas, sujetar bien la cámara (con correa) e intentar usar la mayor velocidad posible de obturación. Si se puede «seguir» el movimiento del otro vehículo (panning) se puede disminuir un poco la velocidad de disparo y el efecto puede ser genial: coche estático y el fondo difuminado por el movimiento.

Fotos | The Volvo (CC) Thomas Maluck; Mi coche (CC) Garrett; Car / Water (CC) Twin-Loc.fr; Afterburner (CC) brando.n

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