Loving Vincent, una historia sobre Van Gogh desde sus pinturas
De tanto en cuando, el séptimo arte no solo nos conmueve con maravillosas historias, sino que aborda nuevas técnicas sorprendentes que nos hacen cambiar la propia percepción que tenemos del cine.
Se ha estrenado en España la revolucionaria ‘Loving Vincent‘, un retrato ficcionado sobre los últimos días de la vida del artista Vincent Van Gogh, que tiene la particularidad de haber sido animada con 65.000 retratos al óleo, reimaginando su obra, que conforman cada uno de los fotogramas de los 94 minutos de metraje con los que cuenta la película.
Rotoscopia: el arte de filmar pinturas
Muchas películas han experimentado con la inclusión de animación tradicional con actores reales, quizá sería fácil recordar aquel delirio de Robert Zemeckis, ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?‘ (Who framed Roger Rabbit?, 1988), pero eso es harina de otro costal. Sin embargo, algunas más cercanas en el tiempo y experimentales como las menos conocidas ‘El Congreso‘ (The Congress, 2013) de Ari Folman, que ya había sorprendido con una película totalmente de animación llamada ‘Waltz with Bashir‘ en 2008; y también ‘A Scanner Darkly‘ (2006) de Richard Linklater, utilizaron para su producción una técnica conocida como rotoscopia.
La rotoscopia consiste en la grabación de actores de carne y hueso, que posteriormente sirven como matriz para artistas que generan sobre esas directrices una composición animada. Otro gran ejemplo de esta técnica fue utilizado en la interpretación de finales de los años 70 de Ralph Bakshi sobre la obra de Tolkien, ‘El Señor de los Anillos‘. De todos modos, desde las primeras películas de animación de Disney se utilizaron grabaciones de actores reales para la inspiración de los dibujantes (como podrás ver en el vídeo a continuación).
Loving Vincent: una galería animada de la vida de Van Gogh
Para hacerle justicia al pintor impresionista holandés, los directores Dorota Kobiela y Hugh Welchman decidieron componer una historia que les ha costado llevar a cabo casi 6 años de su vida. Como relata Hollywood Reporter, la imagen concreta que los directores querían conseguir para la película estaba clara en sus cabezas desde el principio. La rotoscopia era un primer paso, pero querían que cada uno de los 12 fotogramas por segundo fueran una interpretación con el estilo de Van Gogh. Producida casi íntegramente en Polonia, utilizaron expertos en pintura al óleo y rápidamente encontraron la dificultad de cubrir los puestos necesitados. Finalmente, tras una selección de más de 5.000 interesados, se utilizaron para la realización de la película nada más y nada menos que 125 pintores de 20 países diferentes.
Como otros datos interesantes, cabe destacar el que más salta a la vista: todas las escenas de la película están compuestas por alguna de las obras del propio Van Gogh. Es decir, no solo es su técnica, también es un viaje a través de su legado.
El resultado lo puedes ver en las salas de cine pero, para ir abriendo boca, aquí tienes el tráiler de la película para cautivarte con su peculiar estilo y animarte a disfrutar cuanto antes de ella.