Si te gusta la nostalgia de otras épocas, revívelas con Save the Sounds

La memoria por sí sola tiende a exagerar en cierto modo los recuerdos de la infancia, presentándonoslos con una mejor cara de la que a lo mejor tenían en el momento. Estarás acostumbrado a ver la moda nostálgica de los años 80 en diversas formas, pero cuando veas (o mejor dicho, escuches) lo que esta web que te presentaremos te puede ofrecer es posible que asome una lagrimita de verdad: los sonidos no engañan y nos traen recuerdos grabados a fuego en nuestra memoria.

La web es “Save the sounds“, aunque en realidad se llama Museum of Endangered Sounds (Museo de los sonidos en peligro de extinción), y en ella se recopilan aquéllos sonidos que fueron universales en su día, pero que con el paso del tiempo están, efectivamente, en peligro de extinción: el sonido del disco de marcar de los antiguos teléfonos; el inicio de Windows 95 o de Macintosh; el sonido de un “floppy disc“; o el entrañable (y entonces odioso) sonido de carga de un ZX Spectrum.

Brendan Chillcut está detrás de este Museo y pretende conservar para siempre los sonidos que ya no existen, porque cada vez se pierden más y más. Cada nuevo aparato que sale al mercado es un aparato silencioso, sin mecanismos, sin roces, sin un sonido característico. Hoy todo es silencioso, aséptico, sin personalidad (desde el punto de vista sonoro). Al contrario, aquéllos aparatos de los años 80 y 90 sí tienen un sonido característico (el que hacía la cinta de VHS al introducirla en el reproductor; el sonido del televisor de tubo al encenderse, calentándose a la vez y con aquélla electricidad estática…).

Imagine un mundo en el que nunca más oímos la puesta en marcha sinfónica de una máquina de Windows 95. Imagínese generaciones de niños que no conocen el castañeteo de los ángeles presentadas en los profundos recovecos de un viejo televisor de tubo de rayos catódicos. Y cuando el mundo entero se ha hecho de los dispositivos con interfaces táctiles elegantes y silenciosas, ¿dónde acudiremos para escuchar el sonido de los dedos golpeando teclados QWERTY? Dime eso. Y dime: ¿Quién va a jugar mi Game Boy cuando me haya ido?

Un proyecto bonito, que a muchos sorprenderá si no vivieron la época de los disquetes, o de la Game Boy, o de marcar un número de teléfono girando una rueda. A otros nos trae buenos recuerdos de una época con menos tecnología, más sencilla en apariencia, y sobre todo, prácticamente incomunicada si la comparamos con la actualidad.

Y además, era una época en la que 1,4 MB era una cantidad bastante importante de información, que se copiaba al disco duro tras un proceso que hoy nos sacaría de quicio.