Zenuity dará lugar a una nueva empresa enfocada en desarrollar soluciones de conducción autónoma
Zenuity es una empresa de desarrollo de software de sistemas de ayuda a la conducción y de asistencia al conductor, y es una empresa conjunta al 50% entre Volvo Cars y Veoneer. Ahora, esta empresa se dividirá en dos partes diferenciadas para maximizar su potencial y acelerar el desarrollo de un software de conducción autónoma sin supervisión que, previsiblemente, se introducirá en la próxima generación de automóviles basada en la arquitectura de vehículos SPA2 de Volvo.
Las dos partes en que se escinde Zenuity son, por un lado, una nueva compañía independiente, centrada en el desarrollo y comercialización del software de ayuda a la conducción sin supervisión, y será propiedad de Volvo Cars. Por otro lado, la segunda parte se centrará en el continuo desarrollo y comercialización de sistemas avanzados de asistencia al conductor, y se integrará en Veoneer.
Según Håkan Samuelsson, director ejecutivo de la compañía:
Volvo Cars se compromete a introducir una conducción autónoma segura y sin supervisión en las carreteras con su próxima generación de automóviles. Permitir que la nueva compañía se centre completamente en este desarrollo nos ayudará a cumplir esas ambiciones.
Además, Dennis Nobelius, director ejecutivo de Zenuity tiene claro que en el futuro cercano, la compañía será una de las pocas empresas capaces de aportar una plataforma de conducción autónoma:
Creemos que en el futuro solo habrá un número limitado de plataformas de software globales para la conducción autónoma. Tenemos la intención de desarrollar una de estas plataformas ganadoras.
Las dificultades y retos para desarrollar el verdadero coche autónomo
El reto de los sistemas de ayuda a la conducción sin supervisión es enorme. Como adelantamos en ocasiones anteriores, no se puede hablar de conducción autónoma cuando se hace imprescindible la supervisión de un conductor humano. Hoy, la gran mayoría de los coches tienen diferentes grados de automatización, pero no son coches autónomos.
Existe, además, el reto enorme de la confianza. Es decir, la confianza que los humanos tendremos que conceder a las máquinas, los coches con sistema de asistencia al conductor en el caso que nos ocupa, para que nos transporten con seguridad.
La evolución de los coches desde los primeros automatismos hasta la autonomía completa es larga y difícil, pero aumentando la inversión en el desarrollo de software específico estamos cada vez más cerca.