Coches de persecuciones
Si hay algo que les guste ver en una película a los aficionados de los coches es una buena persecución. Desde tiempos inmemoriales el cine ha aprovechado las escenas de acción, la conducción de los especialistas y los trucos de cámara para hacer circular a coches de todo tipo por carreteras, calles atestadas de tráfico o escenarios incluso más inverosímiles.
La gente de Car Dealer Reviews aprovechó una promo de su web para recopilar en una bonita infografía algunos de estos vehículos de persecución de cine, protagonistas memorables de algunas de las más mejores escenas de la historia.
Y es que hay muchas películas, como ‘French Connection‘ (1971) o ‘The Italian Job‘ (1969), en la que los coches marcaron la diferencia, ya fuera por una escena de huida por calles imposibles, como por ser más protagonistas que los propios actores –el más entrañable, sin duda, el “escarabajo” Herbie (1969) con el que se filmaron varias secuelas y hasta remakes.
Además de los coches pequeños o antiguos, también aparecen en la lista maquinones clásicos como el Mustang de 1968 con el que ‘Bullit‘ recorría las calles de San Francisco, el entrañable Oldsmobile Cutlass Ciera de ‘Fargo‘ (1996) o el Skyline de ‘A todo gas‘ (2001) que prácticamente vuela por las carreteras.
Como es bien sabido por los aficionados al séptimo arte durante los rodajes se utilizan generalmente varios coches idénticos porque es habitual que sufran diferentes “percances”, se necesite rodarlos en diversos estados de destrucción o hagan falta planos interiores, exteriores o de detalles. Jason Bourne necesitó cinco Minis idénticos para escapar en ‘El caso Bourne‘ (2002). A veces sucede que se fabrican versiones modificadas, como el E38 de ‘Transporter‘ (2002) del que existe una única versión en el mundo con cambio manual en vez de automático.
La lista es, por desgracia, limitada. Así que me permito añadir tres coches a las sugerencias: el Delorean DMC-12 de ‘Regreso al Futuro‘ (1985) con el que Marty McFly y Doc Brown huían en pasado, presente y futuro; el taxi de ‘Taxi Driver‘ (1976) por aquello del título y los memorables taxis amarillos neoyorquinos; y puestos a variar un poco –y visto que están permitidos vehículos que no sean automóviles– por qué no añadir también el tenebroso e inquietante camión de ‘El diablo sobre ruedas‘ (1971).
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