Los edificios suponen una parte importante del consumo energético. Se calcula que los edificios representan un 41% del total de la energía consumida, más que el transporte (28%) y que la industria (31%).
Por este motivo, la nueva normativa sobre la eficiencia energética de los edificios tiene como objetivo recortar ese consumo energético en un 20% para 2020. La directiva explora el concepto de edificios de consumo energético casi nulo, edificios que son capaces de cubrir la mayor parte de sus demandas de energía o compensarlas produciendo energía de origen renovable como la solar, por ejemplo, con la instalación de paneles fotovoltaicos o integrando aerogeneradores.
Desde hace un tiempo el estudio australiano de arquitectura ArchiBlox explora el desarrollo de construcciones que van más allá y que arrojan un balance de emisiones positivas; esto es, ahorran emisiones de CO2 durante todo el proceso de fabricación y construcción. Durante su uso, las vivienda llegan a producir más energía de la que consumen gracias a su gran eficiencia energética.
El prototipo de ArchiBlox es una vivienda prefabricada de 75 metros² diseñada siguiendo el concepto de casa pasiva. Las viviendas pasivas tienen en cuenta el lugar y el entorno en el que se van a construir con el fin de resultar autónomas en la medida de lo posible, usando muy poco o (idealmente) ningún aporte exterior de energía. Por ejemplo, reduciendo al máximo el consumo de energía destinado a los sistemas de calefacción y refrigeración. Un sistema de conductos y de corrientes naturales hace circular el aire por el interior de la vivienda a la vez que mantiene constante la temperatura de éste, expulsando el calor en verano y manteniéndolo en el interior en invierno.
En el caso de la vivienda de ArchiBlox, ésta dispone además de jardines verticales móviles en tramos de las fachadas y otros elementos móviles; todo ello destinado a ajustar el nivel de exposición de la vivienda a la luz solar. Las plantas sirven como aislante reduciendo la incidencia de los rayos solares. La instalación de un jardín en el techo de la vivienda sirve también como un eficiente aislante térmico que, además, permite reciclar el agua y dar cabida a paneles solares para la producción de electricidad.
La suma del tamaño contenido de la vivienda con los materiales empleados y de su ubicación y orientación junto con el uso intensivo de técnicas de casa pasiva contribuyen a reducir de manera significativa el consumo total de energía y por tanto las emisiones de CO2 equivalentes.
Menos directa es la medición que certifica que la vivienda de ArchiBlox arroja un balance positivo en las emisiones. Considera el ciclo de vida total y eso incluye el proceso de fabricación por completo, desde la obtención de los materiales y su traslado a la cimentación y el resto de implicaciones asociadas a la finalización de la vivienda. También la eficiencia energética y la producción de electricidad de origen solar —el excedente no se almacena en baterías en la vivienda, sino que se devuelve a la red eléctrica— unido al reciclaje de agua y el resto de consideraciones participa en la alta calificación otorgada a la vivienda por el estándar internacional de sostenibilidad “Life Cycle Assessment”.
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