¿Por qué los coches híbridos son el futuro inmediato de la automoción?

El futuro de la automoción es eléctrico, pero de momento es eso, futuro. La tecnología punta en cuestión de motorización sigue siendo, hoy, el concepto híbrido por un buen número de razones. Seguramente la más importante es que, hoy, no existe una infraestructura de recarga suficiente para garantizar el uso de los coches eléctricos de manera generalizada, ni tan siquiera en las grandes ciudades si consideramos un aumento repentino del parque automovilístico eléctrico.

Para el coche eléctrico, las principales barreras de entrada actuales desde el punto de vista del comprador pueden ser que no se puede garantizar una autonomía suficiente para viajes de medio y largo recorrido, un elevado precio de compra en comparación con otras alternativas, y la necesidad de asumir gastos extra como la instalación de un punto de recarga doméstico, entre otras cosas.

En el futuro cercano (se estima que hablamos de alrededor del año 2025), estas barreras se derribarán con casi total seguridad y el mercado del coche eléctrico vivirá una expansión sostenida en el tiempo, creciendo paulatinamente. Mientras tanto, el modelo híbrido de propulsión será el más eficiente y equilibrado entre el coste y sus prestaciones, consumo de combustible y emisiones contaminantes.

La razón de ser de la propulsión híbrida es aumentar la eficiencia energética, consumiendo menos combustible para recorrer más kilómetros. Para ello, se desarrollan soluciones cada vez más eficientes en los motores eléctricos, en los motores de combustión interna y, por supuesto, en el área de la gestión de la energía. En este sentido, los mayores esfuerzos se concentran en mejorar las decisiones a la hora de priorizar el uso del motor eléctrico, o no, según la demanda futura teniendo en cuenta la ruta a seguir. Es en la gestión del estado de carga de la batería (SOC) donde está la mayor baza para mejorar la eficiencia de los coches híbridos.

Además, la mayor capacidad de las baterías eléctricas contribuiría a mejorar la eficiencia global de estos vehículos. Son muchos los frentes sobre los que se está investigando en relación a baterías para coches eléctricos e híbridos, así como también se destinan recursos de I+D en mejorar y optimizar los motores de combustión, ya sean gasolina o diésel, que complementan y suponen la mayor fuerza, en la actualidad, de propulsión de estos vehículos. El plan de Volvo para fabricar nada más que motores híbridos a partir de 2019 se sustenta en todas estas áreas de investigación.

Además, según las palabras del CEO de Volvo Cars, Håkan Samuelsson, la actual familia de motores de gasolina será la última que desarrollará la marca. Esto no quiere decir que se dejen de fabricar los motores de combustión interna, sino que no se van a desarrollar nuevas familias en el futuro porque el futuro de la compañía es eléctrico. Será posible optimizar los consumos de la parte de combustión, sí, a la par que se desarrollan los motores eléctricos más potentes y versátiles que vengan para quedarse con nosotros.

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