El Deep learning permite sustituir rostros en vídeo, con resultados impactantes
Hace unos días que nos sorprendían en con una noticia bastante curiosa: alguien, decían, ha conseguido solapar la cara de Harrison Ford sobre la de Alden Ehrenreich en el metraje de ‘Solo: una historia de Star Wars‘.
Lo más interesante del asunto no es que se utilizaran cientos de horas de CGI, sino que el proceso se realizó mediante un software de Deep learning. Con reconocimiento facial, mediante esta tecnología avanzada de machine learning, se realiza el proceso de sustitución de los rostros, que además imitan la gestualidad del sujeto escogido.
Sustituir caras en video con Deep learning
En el canal de YouTube derpfakes, el pasado 15 de octubre, se colgó un breve vídeo de casi minuto y medio, en el que aparecen secuencias de ‘Solo: una historia de Star Wars‘, donde el actor protagonista cuenta, no con su cara, sino con la de Harrison Ford, que encarnó al personaje original de la saga.
Harrison Ford, que ahora tiene 76 años, no podría representar a una versión joven de Han Solo. Aunque en la nueva trilogía de Star Wars se han replicado actores que ya aparecieron en la saga en los años 70 y 80, se trata de un proceso muy costoso y laborioso.
Sin embargo, este youtuber ha utilizado su propio ordenador e inteligencia artificial, mediante el proceso conocido como Deep learning. Puedes juzgar por ti mismo a continuación.
Los resultados son bastante impresionantes.
De las Fake News a los Deepfakes
Si todavía estamos encajando el golpe de las fake news, nos viene una oleada más peligrosa, si cabe.
Hace algunos meses fue noticia una técnica similar a la comentada sobre la película de Star Wars. Se trata de un software que permite, con el uso de una webcam casera, capturar los movimientos faciales de un sujeto para luego “implantarlos” en el rostro de cualquier personaje que elijamos, como puede ser el caso de políticos relevantes (Bush, Trump, Putin…).
El pasado 19 de octubre, The Washington Post utilizaba ya el término deepfake para referirse a este paso más allá en las noticias falsas, incorporando vídeo y audio.
Si anteriormente podíamos consumir una noticia como verdadera, ¿cómo vamos a hacerlo ahora que se puede “hackear” el rostro de un político famoso? Da para mucho que pensar.