El color del coche: en qué influye y en qué no
Así como Pantone Institute presenta a final de diciembre el color que marcará tendencia en la moda y la decoración al año siguiente (en 2022 el elegido es el tono Very Peri), la multinacional Axalta hace lo mismo solo que enfocado en la automoción. Y en 2022, el seleccionado es el Royal Magenta, un tono similar al de las cerezas o el vino. “Este nuevo color es elegante y funcional, y puede ser detectado por los sistemas de radar utilizados en vehículos autónomos de cualquier tamaño”. Y es que este tipo de autos tienen dificultades para detectar determinadas pinturas y carrocerías, sobre todo el color negro y las pinturas metalizadas.
En esa misma línea de no ser visibles y aplicando la lógica, algunos estudios señalan que los coches con colores oscuros se asocian más a accidentes de tráfico, especialmente el negro, el gris, el plateado, el azul y el rojo. Por el contrario, los colores claros, como el amarillo y el blanco se vinculan con mayor seguridad. Sin embargo, un estudio elaborado por la Universidad de Auckland concluye que los marrones, negros y verdes sufren más accidentes, mientras que los grises, rojos y amarillos menos. Y el color más seguro sería plata, que tiene un 50% menos de probabilidad de ocasionar un percance en carretera que los blancos, rojos y azules.
Con estudios de tan diferentes conclusiones se puede decir que no existen datos fidedignos que verdaderamente avalen una mayor o menor siniestralidad en función del color. Porque, además, también influye el número de coches que se compren de un determinado color. Si lo que más se vende es, por ejemplo, el blanco, pues tal vez se registren más accidentes con coches de ese color. En España, los colores más populares son el gris y el blanco, según un estudio de Axalta de 2019, con un 25%, seguido del negro (12%), azul (12%), plata (9%), rojo (5%) y otros (12%).
¿El color influye en el precio del vehículo? Pues no exactamente. A la hora de adquirir un auto no importa el tono elegido como tal, sino la pintura: si es metalizada sí que se incrementa el coste con respecto a la normal. Esto sucede porque está mezclada con partículas de aluminio, que aporta el brillo característico de esta clase de acabado cuando refleja la luz, y porque en vez de aplicarse solo una capa se requieren dos o tres. Por esto motivo, la pintura metalizada resiste mejor los rayos del sol y los arañazos.
¿El tipo de color incrementa la póliza del seguro? Aunque circulan algunas creencias que apuntan a que el color rojo o amarillo sube el precio, esto no es verdad en absoluto: no, el color del coche no influye, no se paga más por esta característica, ya que las aseguradoras no la consideran decisiva en el cálculo de la probabilidad de accidente. Si la pintura es metalizada, tal vez sí afecte ligeramente al precio.
En lo que sí puede influir el color es en el valor residual del coche, algo importante a la hora de venderlo en el mercado de segunda mano. Los coches son uno de los productos que más se deprecian. Se calcula que nada más salir del concesionario pierden un 18%. Los colores más populares y solicitados son el negro, el blanco y el plateado, por tanto, le dan valor. Otros análisis, sin embargo, destacan que los colores llamativos, como el amarillo o el naranja, aumentan el precio. Conclusión: esta variable no es tan determinante como la antigüedad, el kilometraje o el estado de desgaste del vehículo de ocasión.
También se dice que los colores oscuros, especialmente el negro, consumen más porque al absorber el calor necesitan más potencia de aire acondicionado para refrigerarlo. Y, al contrario, los coches blancos gastan menos combustible y contaminan menos porque repelen los rayos del sol y por eso, teóricamente, bastará con ponerlo a menor intensidad o menos veces.
Como hemos visto, la opción cromática importa, pero sobre todo es una cuestión de estilo, de lo que uno prefiera, para gustos colores. Volvo te permite configurar el modelo de coche a medida, con diferentes extras y opciones y, por supuesto, distintos colores y pinturas.