Ocho consejos de un ciclista profesional para circular en bicicleta
El creciente número de infraestructuras en las ciudades destinadas a impulsar el uso de la bicicleta, como los sistemas urbanos de alquiler de bici eléctricas y los carriles bici, ha propiciado un mayor número de ciclistas en muchas calles y carreteras. Además es un deporte muy popular en España y, aunque apenas hay estudios que revelen cuántas personas usan la bicicleta a diario, sí se sabe que el ciclismo es el deporte más practicado, y que cada año se venden más de un millón de bicicletas de todos los tipos (de carretera, montaña, infantiles, eléctricas,…), según la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE).
El artículo, en inglés, Professional Cyclists Share 8 Tips for Biking Safely, recopila ocho recomendaciones de Tim Johnson, antiguo ciclista profesional, dirigidas a cualquiera que desee utilizar la bicicleta como medio de transporte alternativo o complementario al vehículo o como actividad de ocio y deporte.
En resumen, estos serían las recomendaciones a tener en cuenta:
- Comprueba y ajusta la bicicleta regularmente. Aunque conviene revisar la bicicleta de forma habitual, engrasar y tensar la cadena y comprobar los neumáticos y la tensión del cable del freno, Tim Johnson recomienda llevar a revisión la bicicleta al menos una vez al año. Este servicio suele ofrecerse en tiendas especializadas o en superficies comerciales dedicadas al deporte.
- Revisa la presión de los neumáticos. En una bicicleta, como en una moto, la falta (o exceso) de presión en los neumáticos es más apreciable que en un coche y afecta más a su manejo, por lo que es todavía más importante comprobar la presión regularmente. Al menos una vez al mes.
- Utiliza ambas manos para frenar. Utilizar sólo uno de los frenos no resulta en una frenada efectiva, y en cambio sí peligrosa. Aplicar demasiada fuerza en el freno delantero puede hacerte perder el control de la bicicleta; frenar demasiado con el trasero alarga la frenada y la rueda posterior puede derrapar.
- Dirige la vista hacia donde quieras ir. La bicicleta irá allí donde estás mirando. Conviene mirar de frente y lejos a la vez que se comprueban posibles obstáculos próximos y tratar de anticiparse a peatones o vehículos que pueden cruzarse en el camino.
- Respeta las normas de tráfico. Circula por el centro del carril y respeta los semáforos en rojo. “Debido a que la bicicleta es más pequeña y menos potente que un coche, los ciclistas pueden verse tentados a pensar que las normas de tráfico no son aplicables a ellos”, dice Tim Johnson. “Pero la bicicleta hay que llevarla como si fuera un coche.”
- Mantén la distancia de seguridad. Tanto cuando se circula por una calle con tráfico, con otros ciclistas o en carriles bicis cerca de los peatones, mantener un espacio con los demás es esencial para evitar colisiones.
- Siéntate correctamente en la bicicleta. Casi todo el peso del cuerpo debe estar en línea con los pies, sobre el centro de la bicicleta. Una posición correcta asegura una mayor estabilidad al hacer giros y tomar curvas.
- Circula en modo conducción defensiva y preventiva. Asume que “eres invisible”, suponiendo que nadie te ve, y evita las maniobras en las que dependas de que otros conductores te están viendo.
Además, conviene asegurarse de resultar visibles para otros vehículos utilizando luces y prendas reflectantes. En los semáforos es aconsejable detenerse a un lado del carril, de modo que si el coche que viene detrás no te ha visto todavía tendrá espacio por uno de los lados para esquivarte. También hay que evitar adelantar a los autobuses por su derecha (por el lado que están las puertas para la entrada y salida de los pasajeros) y pasar demasiado cerca de los coches que están aparcados o de los taxis detenidos, incluso en un semáforo, ya que sus puertas pueden abrirse sin previo aviso.
Fotos | David Marcu, Adrian Flores / Unspalsh