Renting o leasing: En qué se diferencian y cuál escoger
Durante muchos años, nadie contemplaba otra opción para tener coche, que no fuera su compra. El alquiler de un vehículo quedaba, en la mayoría de los casos, para períodos cortos de tiempo, como las vacaciones, o incluso para hacer un viaje concreto. Las únicas decisiones que había que tomar era si se compraba o se financiaba el coche, o si se optaba por un vehículo de ocasión.
El renting y el leasing ofrecen algunas ventajas de las que carece la compra, especialmente la flexibilidad. Las empresas hace tiempo que se benefician de ellas y, cada día más, han empezado a hacerlo los particulares. Veamos qué ventajas son y cuáles son las diferencias entre estas dos modalidades de alquiler.
¿Qué es un renting?
El renting de un vehículo consiste en un alquiler a largo plazo con una cuota fija mensual. Esta cuota, habitualmente, incluye todos los gastos que se asocian al uso y mantenimiento del vehículo mientras esté vigente el contrato; gastos como alquiler, revisiones, reparaciones, asistencia, seguro e impuestos.
Generalmente, cuando finaliza un contrato de renting, el usuario puede elegir entre su renovación, o cambiar a otro vehículo.
El servicio Volvo Car Renting, orientado a empresas, incluye un servicio de asistencia en carretera 7 días / 24 horas mientras dure la vigencia del contrato. El servicio de mantenimiento del vehículo incluye todos los gastos derivados de una reparación, incluyendo las piezas y la mano de obra. Otros servicios incluidos son la sustitución de los neumáticos, actualización de software, seguro y vehículo de sustitución.
¿Qué es un leasing?
El leasing de un vehículo es también un alquiler, a medio o largo plazo, pero con la peculiaridad de que, cuando finaliza el período de arrendamiento, el cliente puede ejecutar una cláusula de compra del vehículo. Generalmente, se paga una entrada y una cuota mensual hasta que se extingue el contrato. Al finalizar hay que decidir si se quiere el vehículo en propiedad o no.
Por ejemplo, Volvo Options es un servicio de compra flexible de Volvo, en el que los clientes pueden elegir entre un contrato de tres o cuatro años, un kilometraje anual y servicios adicionales, como el mantenimiento y el seguro. También pueden elegir si aportar una entrada o pago inicial, y la fecha de pago de los recibos.
Una ventaja de Volvo Options es que garantiza que al final del contrato el vehículo tendrá un valor mínimo. Al finalizar el período acordado, el cliente puede elegir entre devolver el vehículo, cambiarlo por otro Volvo nuevo o quedárselo. En este caso se elige como abonar el capital restante.
Diferencias entre renting y leasing
A la hora de elegir entre renting o leasing hay que tener en cuenta que, en la segunda modalidad, los contratos incluyen una opción de compra al finalizar el período acordado. Otra diferencia, como hemos visto, es que el leasing no ofrece todos los servicios de los que dispone el renting, o en algunos casos son servicios opcionales.
En el caso de leasing suele haber una cuota de entrada a la firma del contrato. El renting se parece más a un alquiler y el leasing está a mitad de trayecto entre un alquiler y una compra financiada.
También para particulares
El renting ya no es una opción solo para empresas. También muchos particulares valoran, hoy en día, la comodidad de centrar el gasto del vehículo en una cuota mensual. Para cubrir esta necesidad surgió el servicio Volvo Renting Privado, con características similares al renting de empresas y con el Privilege Pack: servicios adicionales como asistente personal 24 h / 365 días, ayuda a domicilio, TeleTaller y TeleLavado
Ventajas y desventajas. Leasing vs Renting
Una de las principales ventajas del renting, como se ha explicado, es la tranquilidad que da que en la cuota estén incluidos gastos tan diversos como el de las revisiones, cualquier reparación imprevista que surja o incluso el propio seguro del coche. Es una opción muy cómoda, tanto para particulares como para empresas, en la que no se afronta ni la depreciación del vehículo ni las tensiones de liquidez que puede suponer una compra.
Si el vehículo se va a usar para una actividad empresarial, el renting ofrece varias ventajas fiscales, como la deducción de la cuota mensual como gasto en el Impuesto de Sociedades, o la recuperación de la mitad del IVA en el caso de turismo y del total si hablamos de vehículos industriales. Las deducciones también se aplican en el caso de autónomos acogidos al sistema de estimación directa del IRPF.
Además de las ventajas fiscales, para una empresa el renting es el sistema más fácil y cómodo de rentabilizar y no implica riesgos, tampoco de endeudamiento. Otra ventaja es que cualquier persona podrá utilizar el vehículo.
Desventajas como tales no hay, simplemente se trata de que si el cliente quiere “su vehículo” en propiedad, es una opción, además de la más habitual, totalmente respetable. En el caso de Volvo hay diversas opciones para financiar el vehículo.
Las ventajas del leasing son sobre todo la seguridad y el ahorro, ya que aunque corras con los gastos de mantenimiento, estamos hablando de vehículos nuevos, que darán menos problemas. Es la opción más flexible, ya que también puedes quedarte el vehículo si estás muy a gusto con él.
Y ambos sistemas comparten una ventaja: son la mejor opción para aquellas personas a las que les gusta estrenar un vehículo cada dos o tres años.
¿Cuál es la mejor opción, renting o leasing?
Como muchas otras elecciones, una vez expuestas las ventajas y las desventajas de cada modalidad financiera, cada conductor tendrá que elegir en función de sus circunstancias personales, laborales y familiares. Si se tiene claro que no se va a optar por la compra, tanto el renting como el leasing pueden ser interesantes.
Hay que tener en cuanta que el leasing deja una puerta abierta a adquirir finalmente el vehículo. La decisión final dependerá de nuestras necesidades o incluso de razones más subjetivas, como nuestro gusto por cambiar de vehículo.