Cómo bajar la opacidad de un coche diésel para pasar el test de la ITV

La prueba de la opacidad forma parte de la ITV para los coches diésel, y es una de las pruebas más importantes y que puede resultar en una ITV desfavorable. Vamos a ver en qué consiste y qué puedes hacer para estar tranquilo cuando te toque pasar la ITV periódica.

¿Qué es el test de opacidad de la ITV?

Un porcentaje importante de las ITV desfavorables son por fallar en la prueba de gases y opacidad en los vehículos diésel. Pero, ¿qué es la opacidad de un coche diésel? Básicamente, se trata de medir los humos del escape y comprobar que esas mediciones no superan un máximo establecido según la edad del coche.

Hay que decir que si el motor del coche está en perfecto estado de mantenimiento, esta prueba se superará sin problema alguno.

¿En qué consiste la prueba de opacidad?

Para entender el procedimiento, te contamos cómo se realiza la prueba de gases y opacidad:

¿Para qué sirve el test de opacidad de la ITV?

La ITV tiene como única prueba de gases para coches diésel la prueba de opacidad, o nivel de coeficiente de absorción. Mediante ella se mide la cantidad de gases que expulsa el motor. Es decir, si el coche genera demasiado humo, no importan las averías del motor que las están causando. No se tiene en cuenta ni el estado de la válvula EGR, ni si el filtro antipartículas hace su cometido, ni siquiera si los inyectores están en perfecto estado, o no.

Se busca, tan solo, que la cantidad de humo global y su contenido no exceda los límites genéricos:

Además de todo esto, si el coche diésel se matriculó a partir de 2011 y tiene homologación Euro 5 o Euro 6, se hará un análisis de la centralita a través del puerto OBD para comprobar si se han realizado manipulaciones, o si existen fallos que hayan quedado almacenados en la memoria.

De esta manera, se busca evitar la anulación o modificación de sistemas anticontaminación como podrían ser los filtros antipartículas, la recirculación de gases de escape o los sistemas SCR con aditivo AdBlue.

Otro dato que debemos tener en cuenta es que, por homologación, algunos coches cuentan con una pegatina que indica el valor máximo de opacidad de gases de su motor. Por tanto, si se supera ese valor, la ITV será desfavorable a pesar de que no se alcance el límite genérico.

¿Cómo bajar la opacidad de un coche diesel si no has superado el test?

Cuando nos sale la ITV desfavorable por gases, lo único que podemos hacer es solucionar el problema y volver a pasar la inspección. Técnicamente, solo estamos autorizados a conducir de la ITV al taller, y viceversa. ¿Qué podemos hacer? ¿Se puede bajar la opacidad de un coche diesel? Sí, se puede.

Garantizar un mantenimiento correcto

Lo primero es comprobar que el motor esté en buen estado de mantenimiento y que no exista una avería de la que no tenemos noticia. Si es el caso, pasaremos al punto siguiente, pero si no lo es, o no lo sabemos, lo más indicado es acudir a nuestro taller oficial de confianza para hacer una revisión completa del motor.

Eliminación de la carbonilla

Si está en buen uso, pasamos a la segunda opción: que hagamos trayectos muy cortos habitualmente, por ciudad, y que rara vez subamos de vueltas el régimen del motor. En ese caso, como poco, tendremos la válvula EGR sucia y bastante carbonilla repartida también por su colector de admisión y el filtro de partículas.

Eliminarla puede ser algo sencillo. Basta con poner el aceite de motor a temperatura de servicio y conducir durante un buen rato (unos 30 minutos suele ser suficiente, o unos 60 km, en números redondos) a un régimen de giro alto. Para entendernos, a partir de las 3.000 rpm. Con ello forzaremos temperaturas muy altas en el caudal de gases de escape, y expulsaremos esa carbonilla.

Sea como sea, lo más recomendable es siempre tener el coche en perfecto estado de mantenimiento, y preparado para pasar la ITV, para que esto no suceda. Para terminar, recordaremos que no solo los coches diesel tienen una prueba de gases en la ITV. De igual modo que en los motores diésel se mide la opacidad de los gases de escape, en los motores de gasolina se mide la concentración de monóxido de carbono (CO).

Un coche híbrido, por su parte, pasará esta prueba de forma diferente según cómo sea su motorización de combustión, gasolina o diésel. En la ITV de un coche eléctrico, como ya se ha comentado en este blog, no se realiza ni la prueba de ruidos ni el control de emisiones contaminantes.

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