¿Una ciudad sin coches? Sería lo mejor

¿Cómo podemos plantearnos eliminar los coches de la ciudad? Frente a los primeros pensamientos negativos referentes a que estamos animando a no tener coche, hemos de explicar que el sentido de la propuesta es, más bien, dejar los coches fuera de la ciudad. Y no es algo que se nos haya ocurrido así, sin más, sino que es una práctica muy extendida ya por muchos de los centros históricos de las ciudades de nuestro país.

Las zonas peatonales crecen en superficie y tienen todo el sentido: fomentan el comercio local, fomentan el paseo y la “vida peatonal”, eliminan ruidos y humos de esos centros históricos (con la importancia que eso tiene de cara a la conservación del patrimonio), y lo que es mejor, la ciudad se adapta a ello.

Quizás el ideal de ciudad podría ser una suerte de anillos de circunvalación que permitan a los trabajadores que viven fuera acceder a una red de transporte urbano eficaz, o a otras soluciones de movilidad sostenible como vehículos eléctricos compartidos o alquilados, eliminando de un plumazo un gran porcentaje de las emisiones contaminantes anuales de la ciudad entera.

En un inspirador y algo utópico artículo en la web The Treehugger se discute sobre este tema, del coche y la ciudad, y se aporta una perspectiva que sin duda reconoceremos como el pilar de la ciudad sostenible:

Los coches nunca fueron necesarios en las ciudades, y en muchos aspectos trabajaron en contra de los propósitos fundamentales de las mismas: traer a las personas a un espacio en donde las sinergias sociales, culturales y económicas pudieran desarrollarse. Ya que los coches necesitan tanto espacio para moverse y aparcar, trabajan en contra de ese objetivo y obligan a las ciudades a expandirse para proveer de dicho espacio. Eliminando los coches de las calles abarataría la vida urbana, y la haría más segura, tranquila y apacible. Reasignar espacios de aparcamiento y en algunos casos calles enteras podría ofrecer amplios espacios para caminar o ir en bicicleta, además de para uso de servicios públicos como el tranvía, la recogida de basuras o los servicios de emergencia.

Utopía o no, lo cierto es que no es la primera vez que hablamos de que las ciudades tendrán que adaptarse a las nuevas realidades, como la del coche autónomo, y comenzar a replanificar sus espacios útiles para la falta de coches pilotados y el auge de vehículos autónomos.

¿Sería posible disfrutar de una ciudad sin coches? En el futuro, sí Click Para Twittear

Por eso, tener una ciudad libre de coches será posible en un futuro, al menos libre de coches contaminantes y poblada por coches autónomos, no contaminantes, silenciosos y eficientes. Puede que en algunas ciudades sea difícil de conseguir debido a su configuración, pero lo que es seguro es que en los planes de expansión urbana tomará cada vez más peso esta singular concepción del espacio, relegando a los vehículos contaminantes a la periferia. Solo el tiempo lo dirá.

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