Cómo conducir un híbrido

Conducir un híbrido es, en principio, igual que conducir un coche automático convencional con la particularidad de que en el híbrido prima la eficiencia. Nosotros, como conductores, somos conscientes de que disponemos de un vehículo capaz de ahorrar combustible y ser un aliado del medio ambiente, y por ello adaptamos nuestra conducción para maximizar esa eficiencia del motor.

Entender cómo funciona este sistema es fundamental, por lo que la primera recomendación es saber qué es un coche híbrido y qué tipo de motores híbridos existen. Conocer qué tenemos entre manos es fundamental para poder sacar el máximo partido y eficiencia de los motores, puesto que dependerá mucho de la configuración, el tipo de combustible fósil (diésel o gasolina), y sobre todo si es un híbrido enchufable o no.

Cómo conducir un híbrido por ciudad

La ciudad es el hábitat natural del coche híbrido. Hablaremos de los coches híbridos puros, no enchufables, y luego daremos unas pinceladas sobre qué ventajas ofrecen los enchufables a la hora de circular por zonas urbanas.

En la fase de arranque trataremos de que el motor eléctrico sea el único que esté en funcionamiento, por lo que aceleraremos con mucha suavidad. Se trata de conseguir una aceleración suave y sostenida teniendo en cuenta que la velocidad que alcancemos no será elevada. Para las maniobras y los primeros metros, el uso del motor eléctrico nos permite ahorrar combustible.

En caso de necesitar más potencia, aceleraremos con algo más de energía para aprovechar el empuje del motor combinado (eléctrico más gasolina, o eléctrico más diésel). La centralita, el cerebro del coche híbrido, será quien decida en cada momento qué combinación es la más eficiente, según la demanda del conductor y del terreno.

A la hora de reducir la velocidad, además, es muy recomendable aprovechar la capacidad de recuperación de energía que nos proporciona el sistema de frenada regenerativa. Es conveniente, de nuevo, anticiparse a la reducción de velocidad para utilizar las ventajas del coche híbrido en ese terreno. Por ejemplo, en la ciudad, podemos anticiparnos muy bien a los semáforos o a los cruces en los que no tenemos prioridad. Ante ellos, dejaremos de acelerar con tiempo para aprovechar la recuperación por “freno motor”, y aplicaremos los frenos con el objetivo de maximizar el tiempo de recuperación de energía.

Conducir un híbrido por carretera o autovía

La diferencia de conducción entre ciudad y carretera está en la velocidad de crucero y en que en la segunda no tendremos la dinámica de “stop and go” de las ciudades, recorriendo grandes distancias de una sola vez. Es muy importante tratar de llegar lo antes posible, dentro de las posibilidades que nos ofrezca la situación del tráfico, a la velocidad de crucero deseada.

Una vez alcanzada esa velocidad de crucero intentaremos mantenerla estable pisando el acelerador al mínimo, tratando de conducir “a vela” de manera que se utilice el máximo tiempo posible el motor eléctrico. Lo más indicado para ahorrar combustible es tratar de mantener, siempre, una velocidad media constante, eliminando de la ecuación una fase de recuperación que solo conseguirá que gastemos demasiado combustible.

Podríamos decir que la clave de la conducción eficiente de los coches híbridos (y, en realidad, la clave de la conducción eficiente de cualquier tipo de vehículo) es mantener la velocidad de crucero lo más constante posible. En el caso de la conducción por autovía, hemos de saber que es el terreno en el que menor ventaja vamos a sacar por el hecho de llevar un motor híbrido, al contrario que la ciudad, que es el entorno perfecto para estos coches.

¿Qué ventajas aporta un coche híbrido enchufable?

Siendo el mismo principio de funcionamiento el de un híbrido que el de un híbrido enchufable, la gran diferencia está en la capacidad de las baterías. Al enchufar el coche a una toma de corriente se pueden recargar las baterías y disfrutar de varios modos de conducción, siendo el modo 100% eléctrico el más atractivo de cara al medio ambiente y el ahorro de combustible. Podremos viajar en modo eléctrico puro por más tiempo. Por ejemplo, el modo Pure de los coches híbridos enchufables Volvo estará activo a velocidades de hasta 125 Km/h, empleando la potencia del motor eléctrico para impulsar las ruedas traseras.

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