¿Cómo serán las estaciones de servicio del futuro?
Durante las últimas décadas hemos visto como se pasaba del concepto de gasolinera, un lugar únicamente para repostar, al de estación de servicio. Como su nombre ya indica, hablamos de un espacio en el que además de recargar combustible, puedes encontrar otro tipo de servicios, como una pequeña tienda o aseos.
Esta transformación es más evidente en las grandes estaciones de servicio de las principales rutas que trazan autopistas o autovías. En estos casos, podemos encontrar establecimientos hosteleros junto a las gasolineras, y las tiendas son prácticamente supermercados que venden todo tipo de productos, entre ellos, los típicos de la zona.
Con la transición hacia las electrolineras puede haber una nueva vuelta de tuerca a las estaciones de servicio tal y como las conocemos. Los usuarios van a pasar un tiempo más largo, de 20 a 60 minutos, mientras hacen las recargas, y se abren nuevas oportunidades de negocio para estas instalaciones.
Las electrolineras, presente y futuro
La expansión del coche eléctrico, con cada vez más vehículos 100% eléctricos o híbridos enchufables, trae consigo la inevitable necesidad de otra expansión paralela: la de los puntos de recarga. Electrolineras es simplemente el nombre que se ha popularizado, en clara analogía al de gasolineras, para los lugares donde podemos encontrar puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Ya os hemos explicado qué son las electrolineras, destacando que hablamos de las ubicaciones donde vas a poder encontrar puntos de recarga rápidos, con potencias de carga “a partir de los 50 kW, pero también hay cargadores que ofrecen entre 100-150 kW, muy rápidos, e incluso ya hay, pocos, cargadores de 300 kW y 400 kW, ultrarrápidos”.
Porque también vas a poder hallar puntos de recarga, llamémosles de cortesía, en sitios como centros comerciales o supermercados. Estos puntos generalmente ofrecen una carga semirrápida, con potencias entre 22-43 kW, que te puede venir muy bien, ya que estás aprovechando la estancia en el lugar, pero insuficientes para una carga completa cuando estás haciendo un desplazamiento largo.
Según la web Electromaps, a día de hoy hay en España más de 430.000 puntos de recarga públicos. A buen seguro son muchos más, ya que no todos están “subidos” en su mapa y en su aplicación.
¿Todas las estaciones de servicio tendrán puntos de recarga eléctricos?
Lo ponemos en forma de pregunta porque el futuro dictará la respuesta. Pero en muchos casos sí será así, porque ya está legislado qué instalaciones de suministro de combustibles y carburantes a vehículos tendrán que contar de forma obligatoria con puntos de recarga para vehículos eléctricos.
En la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, dicen lo siguiente al respecto:
- Las estaciones de servicio que venden más de 10 millones de litros al año deben instalar al menos un punto de recarga de 150 kW.
- Las que venden entre 5 y 10 millones de litros deben instalar al menos un punto de recarga de más de 50 kW.
- Las gasolineras que, aunque no alcancen esos volúmenes de venta anuales, sean líderes en ventas en su provincia, isla o ciudad autónoma, también deben instalar al menos un punto de recarga de más de 50 kW.
- Y lo mismo, punto de recarga de más de 50 kW, en “las instalaciones nuevas de suministro de combustible y carburantes a vehículos o que acometan una reforma en su instalación que requiera una revisión del título administrativo”.
Así serán las estaciones de servicio
Un primer cambio de calado es la transformación ampliamente comentada de estaciones suministradoras de combustibles fósiles a estaciones suministradoras, únicamente o cada vez en mayor medida, de electricidad.
Un segundo cambio sería el de estación de servicio a estación de servicios. Como hemos comentado, los usuarios pasarán más tiempo en las estaciones mientras se hacen las recargas, y ofrecerles “algo que hacer” será bien recibido por ellos, a la vez que se alumbran nuevas oportunidades de negocio.
Hace un par de años la web canadiense Electronic Autonomy puso en marcha un concurso de diseño de la electrolinera perfecta. Tomaron parte más de 100 arquitectos y diseñadores de todo el mundo. Además de diseños futuristas, adaptados a la carga eléctrica de muchos vehículos al mismo tiempo, las propuestas ganadoras sugerían la presencia de más servicios que las habituales cafeterías, baños y pequeños supermercados.
En estos nuevos espacios tendrían cabida también zonas de descanso y relax, salas con juegos, un gimnasio e incluso zonas de trabajo compartidas, similares a los coworking de las grandes ciudades. A partir de aquí cualquier opción de ocio que se nos ocurra tiene todo el sentido, y lo más probable es que en lugar de “la tienda” acabemos hablando de pequeños centros comerciales.
En un interesante artículo en la web de Moeve, Pablo Suárez nos habla de un tercer cambio de gran importancia: las estaciones de servicios serán digitalizadas y conectadas. Los informes sobre energía de la consultora estadounidense Oliver Wyman y sobre tendencias en el futuro del abastecimiento de combustible de Dover Fueling Solutions van en esta línea.
Y están en lo cierto: ya controlamos las recargas eléctricas y estamos conectados con nuestro vehículo a través de apps, hacemos los pagos con nuestro teléfono móvil… La senda iniciada no tiene marcha atrás. Otras tendencias más futuristas que dejan vislumbrar estos informes son la posibilidad de hacer recargas sin ni siquiera bajarnos del vehículo, a través de carriles preparados para ello, o incluso que los vehículos autónomos reposten ellos solos por la noche.
Y la respuesta a nuestra pregunta de partida, ¿cómo serán las estaciones de servicio del futuro?, parece estar en el punto donde se cruzan la tecnología y las necesidades de las personas. Quizás en algún momento tengamos que optar entre experiencias totalmente digitalizadas, sin contacto humano, por un lado, y sitios confortables y agradables para pasar el tiempo mientras recargamos nuestro vehículo, por otro. ¿Qué elegirías?