Gafas de realidad aumentada parar mejorar la seguridad y crear nuevas experiencias en la conducción

Desde hace tiempo Volvo y la compañía finlandensa Varjo experimentan con la combinación de tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada –algo que también han empezado a denominar realidad mixta– y su aplicación en la conducción de vehículos.



Uno de estos sistemas, llamado Varjo 20|20, mostraba cómo la experiencia mejoraba cuando se utilizaba una imagen de mayor resolución, alrededor de 70 megapíxeles. De este mismo estilo, también hemos visto técnicas de realidad aumentada como ayuda para el aparcamiento cotidiano e incluso versiones sin gafas.

La nueva tecnología de Varjo son las gafas XR-1, que simulan la visión periférica y mejoran la calidad de imagen mediante un sistema de seguimiento de la visión, combinándola con una latencia –retardo en las reacciones– extremadamente baja. El resultado suena un poco a Matrix, como dicen sus creadores: “lo que queremos es explorar los objetos digitales como extensión del mundo real, crear una especie de realidad mixta en la que no se pueda distinguir lo que es virtual de lo que es real.”

Los objetivos de esta experiencia son múltiples. Por un lado, están sus posibles aplicaciones en seguridad, como por ejemplo creando pruebas de conducción en los que peatones, animales u otros objetos irrumpan en la vía y se pueda medir la reacción de los conductores. Pero nadie saldrá dañado: los peatones y animales son virtuales. Para crear una experiencia más “completa” se puede hacer que incluso los pasajeros lleven también sus gafas virtuales y vean las mismas escenas. Luego se pueden medir desde los tiempos de reacción de forma precisa hasta las “emociones” ante los eventos inesperados.

Con estas gafas quien conduce el coche puede tener acceso además a todo tipo de “información aumentada” acerca del propio vehículo (indicadores del salpicadero, paneles de control, botones) y proyectada sobre el parabrisas: rutas de navegación, avisos de posibles peligros, indicaciones con más información sobre los lugares por los que se pasa. El efecto es tan realista que sus creadores han procurado recrear en las imágenes virtuales de forma fotorrealista, incluyendo incluso los efectos de iluminación que se experimentan dentro de los vehículos.

En el vídeo con el que se han dado a conocer algunos de estos experimentos, grabado por especialistas profesionales en carreteras cerradas bajo constante supervisión, se puede ver incluso un homenaje a la famosa Prueba del alce. Se trata de una “maniobra de esquiva” que se viene practicando desde los años 70 en las pruebas de nuevos vehículos y que consiste en realizar una maniobra evasiva en zig-zag cuando un obstáculo –originalmente un alce, como los que a veces cruzan las carreteras en Suecia– aparece de improviso. En la versión dulcificada de la realidad mixta hay incluso un “aviso de objeto” segundos antes, de modo que el vehículo puede parar, el alce cruzar tan campante por allí y la conductora salir y plantearse si está en el mundo real o en el mundo de Matrix.

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