Los cazadores de tormentas y la tecnología que utilizan

Seguramente te suene un programa documental de Discovery Channel que se llamaba, precisamente, ‘Cazadores de tormentas‘, en el que el equipo iba a la búsqueda de diferentes tormentas y tornados con fines divulgativos, y sobre todo basándose en el interés por la investigación meteorológica, y en definitiva por conocer más sobre la formación y el desarrollo de este tipo de fenómenos. Más allá del programa televisivo, existen muchos cazadores, y también asociaciones y convenciones como la National Storm Chaser Convention.

Existen muchos tipos de cazadores de tormentas, desde los que lo hacen por pura diversión (algo que en realidad no es muy aconsejable, aunque existan empresas que ofrecen destinos turísticos de este calibre); por negocio, como el caso de muchos fotógrafos que se ganan la vida con sus instantáneas en medio de las tormentas; o por afán de investigación, por saber más acerca de los tornados y su formación (de la cual se sabe todavía muy poco). Muchos de los cazadores de tormentas que están motivados por la curiosidad recogen datos meteorológicos en sus escapadas, que contribuyen a aumentar los conocimientos sobre estos fenómenos tan peligrosos y destructivos.

Este es el equipo para cazar tornados de los cazadores de tormentas Click Para Twittear

Los tornados son los fenómenos atmosféricos ciclónicos de mayor densidad energética de la Tierra. Son masas de aire que giran a altísimas velocidades (más de 300 millas por hora, o 480 km/h) y que presentan forma de embudo con su parte inferior tocando el suelo, y su zona superior como parte de una nube de tormenta, por lo general. No suelen durar mucho tiempo, pero los ejemplares más “grandes” disponen de un poder destructivo impresionante. La intensidad de los tornados se mide mediante la escala Fujita (EF), que va desde el EF0 (el más débil) hasta el EF5, capaz de arrancar estructuras de casas y edificios, e incluso deformar rascacielos.

Los cazadores de tormentas suelen buscar esos tornados partiendo de las bases que conocen: su probable aparición bajo determinadas condiciones atmosféricas. Para ello utilizan diversa tecnología que va desde lo más amateur hasta lo más profesional. Lo más básico:

Ahora el equipo de alta tecnología. Esto es menos frecuente, al menos en el mundo más amateur, pero a lo largo de los años se crearon diversos dispositivos para observación y medición, e incluso pensados para ser succionados por un tornado. Por ejemplo, uno de los primeros dispositivos se llamaba TOTO (Totable Tornado Observatory), una especie de tambor lleno de material científico que se ponía en la trayectoria probable del tornado y recogía todos los datos posibles.

Se esperaba que alguna vez TOTO (que como sabréis, era el nombre del perro de Dorothy en ‘El mago de Oz’) entrase en un tornado, pero eso no sucedió nunca, desafortunadamente.

Las sondas meteorológicas son también típicas y están al alcance de todos los cazadores, en mayor o menor medida, y son globos sonda con instrumental de medición para soltar en la tormenta y obtener datos de presión atmosférica, velocidad del viento y demás parámetros básicos.

Doppler On Wheels (DOW) es un dispositivo similar al que se utiliza para generar los mapas del tiempo, pero es portátil (va instalado en una camioneta, normalmente) y permite disponer de información local inmediata a los cazadores de tormentas. Un DOW registró en 1991 la máxima velocidad de giro de un tornado hasta el momento: 318 mph (511 km/h).

Eso sí, lo mejor de lo mejor son los vehículos de intercepción. El más espectacular puede ser este TIV2, un monstruo sobre ruedas, forrado de blindaje y muy pesado (6,5 toneladas), con una autonomía de 1200 km y 625 caballos de potencia, proporcionados por un gigantesco motor diésel modificado de 6,7 litros. Era una de las estrellas del programa de TV “Cazadores de tormentas”, y aquí lo podéis ver en todo su esplendor.

La búsqueda de tormentas y tornados es emocionante, pero también muy peligrosa. En España no es frecuente encontrarse con tornados, salvo algunos casos aislados como el caso del de Cádiz en 1671, que se cree que fue de escala EF4 (muy fuerte). Se estima que al menos se forma un tornado en España al año, eso sin contar los más livianos.

Vía | Science HSW

Fotos | NOAA Photo Library