Oslo, capital de Noruega, camino de convertirse en una ciudad libre de coches

La capital de Noruega, Oslo, planeó en 2015 eliminar los coches del centro de su ciudad. Pese a que se puede circular por sus calles, el tráfico está muy limitado y los coches siempre deben terminar en un garaje, principalmente, debido a que a principios de este 2019 ya solo quedan plazas para discapacitados y otras con fines específicos.

El objetivo es crear un entorno más limpio y más respetuoso con el Medio Ambiente, así como más fácil de transitar para el viandante general y más agradable para vivir para el residente. Te contamos cuál ha sido el viaje realizado por Oslo, la primera ciudad “libre de coches” de Europa.

Ventajas en todos los aspectos

La revista FastCompany recoge la trayectoria vivida por Oslo en estos últimos años. Un gobierno progresista quería eliminar por completo el tráfico de coches por el centro de la ciudad, pero la resistencia de la oposición derivó en una transición más paulatina.

Hoy han desaparecido las 700 plazas de aparcamiento destinado a coches y se han convertido en carriles bici, pequeños parques o bancos. Axel Bentsen, CEO de la principal compañía de bici compartida de la ciudad, asegura que se hicieron los cambios a este respecto con el fin de combatir la polución y el cambio climático, pero que el incremento en la calidad de vida se notó desde el primer momento.

El cambio se ha realizado en paralelo con otras medidas que han emplazado al viandante, ciclista o al transporte público por encima, siempre con prioridad, sobre el coche. Crear un ambiente con más zonas únicamente peatonales, mejorar la calidad del transporte público o la seguridad del tráfico en bicicleta eran preferencias sobre todo lo demás.

Oslo abrirá el camino a otras ciudades

Ya en 2015, cuando en Oslo el cambio en la ciudad estaba por realizarse, se destacaba el hecho de que esta transición tendría un impacto más suave del que podría esperarse. Cerca de 1.000 personas vivían entonces en el área implicada, pero con decenas de miles que se trasladaban al centro de Oslo durante el día. Sin embargo, un potente sistema de transporte público avalaba el cambio, con una tasa del 83% de estas personas trasladándose a esta zona por diversos medios de transporte, ya fuera la bici, a pie o a través de transporte público.

Curiosamente, Fast Company también señala el caso de Madrid como otra de las ciudades europeas que han puesto en práctica la limitación de vehículos al centro de la urbe. Hanne Marcussen, teniente de alcalde de desarrollo urbano de Oslo, destaca para la revista que otras ciudades seguirán estos pasos, especialmente por la creciente preocupación sobre los efectos de la polución.

Foto | Larry Lamsa

Volvo XC60

Dos corazones dentro de un coche: La potencia de un motor de gasolina turboalimentado, unido a un motor eléctrico de respuesta inmediata, lo convierten en un auténtico SUV de alto rendimiento.

¡Pruébalo!