Un wearable analógico para mejorar la seguridad al circular en bicicleta

Numerosos usuarios y aficionados al ciclismo utilizan sus bicicletas en vías públicas, como medio de transporte o por ocio. De hecho, el ciclismo es una de las principales actividades deportivas en España. Sin embargo, las bicicletas no suelen venir equipadas con espejos retrovisores porque en su caso su uso no es obligatorio. Pero que no sea obligatorio no significa que no sea conveniente.

En las bicicletas, el espejo retrovisor supone un extra en seguridad, como sucede con las luces también de día o con el casco. Se trata de un accesorio esencial que permite al ciclista tener controlado en todo momento qué sucede detrás de él sin tener que apartar la vista del frente. Una mejora en comodidad y de una valiosa ayuda para, por ejemplo, anticiparse a la llegada de un vehículo por detrás —un coche e incluso otra bicicleta, que se puede aproximar sin hacer ruido— que también facilita maniobras como los giros o cambios de carril. Por comparación en motocicletas y ciclomotores, el retrovisor izquierdo siempre es obligatorio, y el derecho es opcional excepto si el vehículo puede circular a 100 km/h o más; por encima de esa velocidad en las motocicletas y los ciclomotores son obligatorios ambos espejos, el izquierdo y el derecho .

Como alternativa a los espejos retrovisores convencionales, que van instalados en la bicicleta, marcas como RearViz, Wisamic o West Biking ofrecen espejos retrovisores que en lugar de instalarse en la bicicleta se colocan en la muñeca o en en el brazo del ciclista, a modo de wearable.

El de RearViz, por ejemplo, consiste en un brazalete que se coloca en el brazo o en el antebrazo, a la altura que se prefiera y en la que resulte más cómodo. Se cierra con un velcro y se adapta a distintos tamaños. Para ajustar mejor la posición la base del espejo gira 180° en vertical (se abre y se cierra como un espejo de bolsillo) y 360° en horizontal. Según RearViz, su retrovisor está “pensado para el ciclista y no sólo para la bicicleta”.

Como ventaja estos espejos sirven en cualquier bicicleta, no requieren instalación y al llevarse colocados en el cuerpo se reducen las vibraciones que dificultan la visión del espejo. Y sin duda son más cómodos que los espejos retrovisores que se colocan en el casco o incluso en las gafas.

Últimas entradas de Microsiervos: