Volvo Cars da nuevos pasos para reducir sus emisiones de carbono
Volvo Cars desea reducir su huella de carbono cuanto antes y con la mayor velocidad posible. De ahí surgen sus constantes compromisos para convertirse en una compañía climáticamente neutra. A finales de abril supimos que la compañía sueca apunta a unos ahorros anuales de 1.000 millones de coronas suecas (aproximadamente 98 millones de euros) y una reducción de 2,5 millones de toneladas en emisiones de carbono a partir de 2025 utilizando principios de la economía circular.
Para continuar con su objetivo a largo plazo de ser un negocio circular para el año 2040, Volvo Cars ha planteado reducir emisiones y ahorrar costes mediante reaprovechamiento de materiales cuyos procesos requieren altas emisiones. Hablamos, por ejemplo, del aluminio y el acero, además de la remanufactura, reparación, reutilización y restauración de piezas.
Negocio circular y sostenibilidad
Habitualmente aquí hablamos de los firmes compromisos de Volvo, por un lado con la seguridad vial, con campañas como “Un millón más“. Por otro, con la sostenibilidad: Volvo Cars considera que “el cambio climático es el test definitivo de seguridad“. Es decir, que si no cuidamos el planeta, no nos cuidamos a nosotros mismos.
“Volvo Cars tiene uno de los planes climáticos más ambiciosos de la industria del automóvil, y si queremos alcanzar nuestros objetivos, debemos adoptar la economía circular”, dijo Anders Kärrberg, director de sostenibilidad global de Volvo Cars. “Esto nos obliga a repensar todo lo que hacemos y cómo lo hacemos. Ponemos un fuerte enfoque en integrar la sostenibilidad en la forma en que pensamos y trabajamos como empresa, y lo estamos haciendo tan importante como la seguridad siempre lo ha sido para nosotros”.
Estas palabras resumen a la perfección el plan de Volvo Cars a la hora de implementar esta estrategia de negocio circular para 2040, en la que entiende que las piezas de sus vehículos deben estar construidas para ser usadas y después reutilizadas. Alargar la vida de las piezas y de sus materiales también colabora drásticamente en la reducción de emisiones contaminantes. Y esto, además, es positivo para la balanza económica de la compañía.
Remanufactura de piezas y reducción de emisiones
Ahora mismo, Volvo Cars ya refabrica piezas como cajas de cambios y motores para hacer un mejor uso del material y reducir las emisiones. En 2020 se remanufacturaron alrededor de 40.000 piezas, lo que ahorró casi 3.000 toneladas de emisiones de CO2. Para 2025, Volvo Cars apunta a más del doble de su negocio de remanufactura, que como hemos dicho, es una parte integral de la estrategia de negocio circular.
Para garantizar que el material valioso se pueda mantener en circulación, la compañía sueca recicló el 95% de sus residuos de producción el año pasado. Esto incluyó 176.000 toneladas de acero, evitando la generación de cerca de 640.000 toneladas de CO2.
Estos procesos se están explorando con proveedores y partners. Dos ejemplos los encontramos en BatteryLoop, una compañía también sueca que trabaja en la reutilización de baterías para la industria de la automoción. En un proyecto similar, Comsys AB, una empresa sueca de tecnología limpia, y Fortum, una empresa energética europea, están participando en un proyecto piloto comercial. Su objetivo es aumentar la flexibilidad de suministro en una de las instalaciones hidroeléctricas de Fortum en Suecia y, al mismo tiempo, contribuir a una segunda vida útil de las baterías de los vehículos eléctricos.
Una planta de fabricación respetuosa con el medio ambiente
Además, hemos sabido recientemente que la planta de automóviles de Torslanda ya es climáticamente neutra, siendo así la primera de Volvo Cars en cumplir estos requisitos. Aun así, la planta de Skövde, dedicada a la fabricación de motores, es climáticamente neutra desde 2018.
Volvo Cars considera un sitio de fabricación totalmente neutro para el clima cuando no registra un aumento neto en la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera como resultado de la electricidad y la calefacción utilizadas por la planta.
“Establecer a Torslanda como nuestra primera planta de automóviles climáticamente neutra es un hito importante”, dijo Javier Varela, jefe de operaciones industriales y calidad de Volvo Cars. “Estamos comprometidos en tener una red de fabricación climáticamente neutra para 2025 y este logro es una señal de nuestra determinación mientras trabajamos constantemente para reducir nuestro impacto en el medio ambiente”.
Torslanda es la planta más antigua de Volvo Cars y ha sido potenciada con electricidad verde desde 2008. Ahora, además, cuenta con una calefacción también climáticamente neutra que proviene por un lado de biogás y por otro, principalmente de calefacción urbana mediante calor residual industrial. Esta planta sigue en proceso de reducir todavía más la energía que necesita y durante 2020 ahorró 7.000 MWh, que es lo mismo que consumen en un año 450 casas suecas.