En Europa ya no podrán venderse coches de combustión (gasolina, diésel e híbridos) a partir de 2035. Todos los nuevos que se comercialicen a partir de ese año serán de emisiones cero. Eso no afecta al uso, podrán seguir circulando hasta el año 2050. Eso significa que, si te compras un vehículo de este tipo ahora, todavía queda mucho tiempo para poder utilizarlo. Sin embargo, tal vez estés más interesado en un coche de ocasión que en uno nuevo por su precio más económico y su total garantía. Vamos a explicar qué es exactamente y en qué se diferencia de uno de segunda mano. Porque tendemos a pensar que ambos son los mismo, pero no es así.
Un coche de ocasión se trata de un vehículo con un kilometraje inferior a 15.000 kilómetros y que no supera el año de antigüedad, según Faconauto. Es decir, que son autos que se han utilizado muy poco y por eso se les conoce también como coches seminuevos. Así, lo más habitual es que solo hayan tenido un propietario.
Dentro de esta categoría se encuentran los automóviles de los concesionarios, que utilizan tanto el personal para desplazamientos como para que los prueben los clientes antes de comprarlos. A estos vehículos usados de forma temporal (no más de un año) por el concesionario o el fabricante se les llama coches de gerencia. Al ser de exposición, son vehículos muy cuidados, y están matriculados.
Muy frecuentemente también, los coches de ocasión provienen de empresas de renting o leasing que los ofrecen a sus empleados para un uso profesional, por lo que también están muy cuidados y también están matriculados.
Los vehículos kilómetro cero no se consideran coches de ocasión o seminuevos porque están prácticamente nuevos. Se trata de coches que los concesionarios compran para alcanzar los objetivos de ventas y los matriculan, pero como su nombre indica, apenas han circulado y tienen muy pocos kilómetros (menos de 100 kilómetros en el odómetro o cuentakilómetros). Estos vehículos cuentan con una garantía de 3 años.
¿Qué supone que los coches estén matriculados? Que a los concesionarios o fabricantes les interesa venderlos cuanto antes porque según pasa el tiempo se deprecian por estar matriculados, es decir, que cada vez su valor venal (el importe que se obtiene en una compraventa) es menor. De ahí su precio más ventajoso.
La diferencia de los coches de ocasión con los coches de segunda mano es que estos últimos cuentan con más de dos años de antigüedad y su kilometraje puede variar según el uso realizado por el propietario o propietarios. En función de los cuidados recibidos pueden estar en mejores o peores condiciones, y su estado de conservación, tanto de la carrocería como el interior o el motor, difiere de unos a otros.
Si bien los coches de ocasión suponen un ahorro considerable —y no debes esperar un tiempo hasta que te lo entreguen, ya que su disponibilidad es inmediata— tienen la desventaja de que no permite añadir extras, no los puedes personalizar como sí sucede con los coches nuevos, aunque no con todos: los coches nuevos en stock son modelos que ya están almacenados en las instalaciones de los concesionarios (sin matricular). Por lo tanto, no es necesario esperar para conducirlos, pero tampoco es posible personalizarlos. Por ello, su precio también es más barato que los que se piden a fábrica con las características a medida encargadas por el comprador.
Como ves, todas las opciones para adquirir un vehículo cuentan con ventajas y desventajas, pero el gran beneficio común en las distintas modalidades de los coches de ocasión o seminuevos es el menor coste de modelos que se encuentra en perfecto estado y con garantías.
En Volvo Cars creemos en los vehículos de ocasión certificados como opción de compra porque nuestros coches están diseñados también para ser compartidos, conducidos, usados. Ahí es donde entra nuestro programa Volvo Selekt, la marca bajo la que volvo comercializa a nivel mundial sus coches de ocasión, ofreciendo a cada cliente calidad y garantía en la compra.
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