Primero fue el ajedrez y luego el Go, juego de tablero ancestral chino. Ahora le toca el turno a los videojuegos modernos de estrategia. Google y su filial DeepMind han puesto el objetivo en Starcraft II y su software AlphaStar ya está machacando a jugadores profesionales.
Os hemos hablado de los logros de DeepMind y su tecnología, basada en la inteligencia artificial, el machine learning y el deep learning. Lo que muchos ven como una amenaza para los puestos de trabajo en el futuro reciente, hoy es un auténtico logro de la innovación y un paso más profundo en lo que conocemos sobre inteligencia artificial.
AlphaStar es la IA de DeepMind para conquistar Starcraft II
El salto de los juegos tradicionales de tablero a un juego de estrategia para ordenador es enorme. No solo las opciones con las que cuenta el jugador son infinitamente mayores, sino que cada situación planteada en la partida provoca que cientos de oportunidades surjan en cada momento.
Además, prácticamente en cualquier instante, el jugador se enfrenta a lo que ellos llaman “información imperfecta“, ya que no se sabe a ciencia cierta cuáles son las intenciones del jugador rival o incluso qué es lo que está haciendo en ese lapso temporal.
AlphaStar se puso a prueba contra sí mismo para, primero, intentar vencer “al ordenador”, es decir, a la propia IA construida en el videojuego (evidentemente, mucho más simple que la de DeepMind). Para ello aprendió los básicos de “micro” y “macro”, que es como llaman a los jugadores de Starcraft II a la gestión de unidades, por un lado, y a la de la economía y estrategia global, por el otro. Después de miles de partidas contra otros “agentes” duplicados, es decir, jugar contra sí mismo, AlphaStar acumuló partidas equivalentes a 200 años de experiencia en Starcraft II.
Una IA derrotando a un pro-player
Existen dos beneficios que hacen destacar a AlphaStar por encima de cualquier jugador profesional, aparte de los evidentes, claro está. En primer lugar, esta inteligencia artificial obtiene la información directamente del motor del juego, así que sabe cuánta salud tiene una unidad (por ejemplo), mientras que un jugador humano tendría que clicar en ella. Por otro lado, en el mundo de los videojuegos multijugador competitivos existe una métrica muy relevante: las APM o Acciones Por Minuto. Calculan la actividad y respuesta del jugador en cuanto a clics que determinan órdenes, por ejemplo, movimiento para sus tropas o gestión en sus edificios. AlphaStar cuenta con la ventaja de no estar limitado por la rapidez (o lentitud) de sus manos.
Finalmente, AlphaStar se puso a prueba contra dos top pro-players, MaNa y TLO, que jugaron dos series de cinco partidas en las cuales no fueron capaces de superar a la IA en ninguno de los enfrentamientos. Lejos de mostrarse deprimidos, los jugadores recibieron con ilusión a este nuevo rival, reflexionando incluso cómo este nuevo reto podría hacerles repensar sus estrategias y mejorar para el futuro.
