La gente de ThinkGeek entró en el diseño y fabricación de gadgets tecnológicos a raíz de descubrir que se vendían literalmente como churros: originalmente se dedicaban principalmente a libros sobre informática y camisetas para “nerds” muy del gusto de programadores, científicos y frikis en general.
Ahora, gracias a acuerdos con grandes marcas, básicamente meditan sobre qué producto “haría tilín” a cierto sector (ya sean los fans de Star Trek, Doctor Who o alguna película de moda), lo diseñan, encargan su fabricación y a vender. Este es el caso de este Cargador USB para coche estilo El Coche Fantástico, todo un homenaje a Knight Rider, la serie de los 80 protagonizada ni más ni menos que por –el hasta entonces semidesconocido– David Hasselhoff.
El cargador de El Coche Fantástico hace todas las funciones habituales de estos chismes, pero sin duda con más “estilo”: se enchufa al receptáculo del mechero mediante un brazo móvil (que adopta diversas posturas) y cuenta con dos salidas USB estándar de 1,0 y 2,1 amperios, adecuadas para móviles y tabletas. Como extras respecto a un cargador normal, cuenta con las características luces del K.I.T.T. 2000 (acrónimo de Knight Automated Roving Robot, el coche autónomo de Industrias Knight) y con más de diez “ruiditos” y la voz característica en inglés del vehículo.
Resulta un tanto irónico que una de las frases sea “Soy un Knight Industries 2000 con mil megabits de memoria y tiempo de acceso de 1 nanosegundo“, lo que equivaldría a 1 GB de RAM, escaso a todas luces para la inteligencia artificial que muestra el coche, que desde luego era más listo que Siri, Cortana y Google Now –por no hablar de los GPS actuales. Si K.I.T.T. se vuelve demasiado hablador se puede apagar la voz con un botón, algo que hubiera echado de menos el protagonista de la serie.
El precio normal del cargador es de unos 30 dólares, aunque en oferta puede conseguirse por unos 18 o 20 dólares (gastos de envío aparte). Los más fans seguro que pueden complementarlo con algunas luces exteriores para la parrilla del vehículo, aunque es difícil que consigan el Pontiac Firebird Trans Am v8 original que se utilizó en el rodaje.