Coche parado un mes: ¿Qué revisar en un coche parado mucho tiempo?

Hay muchos motivos por los que podemos tener un coche parado en un garage, o en la calle, durante largos períodos de tiempo. Tal vez porque hemos dejado de usarlo para ir a trabajar, o por enfermedad del conductor habitual. Muchos lo “sufrimos” al comienzo de la pandemia, el año 2020. Pero ¿qué le pasa a un coche cuando lo tenemos parado durante períodos largos de tiempo como un mes o más? ¿Qué debemos tener en cuenta mientras lo tenemos parado, y una vez que lo vayamos a poner en movimiento?

Siempre es necesario seguir realizando cierto mantenimiento al coche cuando lo debamos tener parado durante largos períodos de tiempo. Los coches son máquinas muy precisas que necesitan mantenerse engrasados. Es decir, en movimiento, para maximizar su vida útil.

¿Qué problemas pueden surgir al dejar un coche parado mucho tiempo?

Generalmente, lo que más suele preocupar cuando el coche está parado mucho tiempo es la batería, y hablaremos de ella en capítulo aparte. Pero existen más elementos a tener en cuenta cuando vamos a dejar estacionado el vehículo en el garaje durante mucho tiempo. El sistema de frenos, el sistema eléctrico o el de refrigeración son partes de nuestro vehículo que pueden sufrir cuando no lo usamos en mucho tiempo.

Podemos estar hablando de un mes, o de períodos más largos de tiempo, incluso. Un mes sin encender el motor ya empieza a ser bastante tiempo, el suficiente como para pensar en tener precauciones. Un coche parado es como una persona que debe permanecer inmóvil durante largos períodos de tiempo: pierde “músculo”. Un mes no suele ser suficiente como para tener una avería en el coche, pero sí puede poner en estrés mecanismos y sistemas. Hablemos de algunos de los problemas que pueden surgir.

Neumáticos y presión de los mismos

Es conveniente aumentar la presión de inflado de los neumáticos, puesto que se desinflan más rápidamente si el coche no circula. Así, cuando finalmente nos movamos, tendremos un nivel si no óptimo, al menos más adecuado, de presión en las ruedas. Sería conveniente realizar una comprobación. Si el vehículo está parado mucho tiempo, los neumáticos pueden llegar a deformarse. Cuando midamos la presión, podemos aprovechar para comprobar el desgaste de los neumáticos.

Sistema de frenos

Dada la importancia que tienen los frenos en nuestra seguridad, su correcto funcionamiento es vital. Si el coche ha estado parado durante mucho tiempo, lo primero que hay que hacer es comprobar el nivel del líquido de frenos. Algo que en realidad hay que hacer de forma regular, siempre. Y si el coche ha estado parado un periodo extremadamente largo de tiempo, habría que tener en cuenta que el líquido de frenos puede deteriorarse.

Revisión del sistema de combustible

Si el vehículo va a estar parado un mes o más, los expertos recomiendan dejar el depósito lleno, o al menos a la mitad de su capacidad. Así, el motor sufrirá menos al arrancar.

Si hablamos de periodos muy largos de tiempo, de nuevo, los problemas se multiplican. Se pueden empezar a depositar sedimentos y a generar impurezas que lleguen al circuito de combustible. Los problemas pueden variar según hablemos de gasolina o de diesel.

Sistema eléctrico

Hay quien compara el sistema eléctrico de un vehículo con nuestros nervios o neuronas. De él dependen el sistema de arranque, la batería y muchos elementos más, como la iluminación del coche y los tableros indicadores de control. Los fallos puede ir desde que el vehículo no arranque hasta que haya que sustituir algún sensor.

Comprobación del estado de la batería y los bornes

La carga de la batería está, obviamente, relacionada con el sistema eléctrico. En un vehículo parado la batería se va descargando lentamente, aunque depende de los años que tiene dicha batería. Lo más conveniente es comprobar su porcentaje de carga, por nuestros medios, o mejor aún en un taller. También hay que comprobar que en los bornes de la batería no haya suciedad ni corrosión.

Revisión de los fusibles y conexiones eléctricas

La caja de fusibles es un aval de seguridad en nuestro coche, ya que nos protege de excesos de carga o cortocircuitos que podrían provocar daños en diversos elementos. Si un fusible se funde hay que localizarlo y cambiarlo. Pero en todo caso, habría que llevar el coche a revisión, porque el problema que ha generado que el fusible “haga su trabajo” (fundirse y cortar el paso de la electricidad) puede persistir.

En todo caso, si un vehículo ha estado parado mucho tiempo, es necesario su paso por el taller, y que se comprueben las conexiones eléctricas, los fusibles, la batería y todo el sistema eléctrico en general.

Sistema de refrigeración

El sistema de refrigeración del vehículo mantiene la temperatura del motor controlada, y también a los líquidos lubricantes en su temperatura óptima de funcionamiento. Aunque también existen de aire, en la mayoría de los casos el sistema de refrigeración funciona gracias a un circuito que es recorrido por el líquido refrigerante. Y al radiador.

Nivel y estado del líquido refrigerante

Para que el sistema funcione, el circuito de refrigeración ha de estar lleno de líquido. Es importante tener localizado el vaso de llenado del circuito de refrigeración y comprobar de forma regular si el líquido está en el nivel adecuado, entre las marcas mínima y máxima. Si no lo está, cabría la posibilidad de una fuga. Precisamente, el líquido refrigerante suele tener un color llamativo para ayudar a detectar este tipo de problemas.

Radiador

Ya se ha hablado aquí con detalle de para qué sirve el radiador de un coche. Junto al líquido refrigerante, es parte importante del sistema de refrigeración de los motores. El papel del radiador es, precisamente, volver a enfriar el líquido refrigerante después de que este absorba el calor del motor. Si se detecta cualquier problema en la refrigeración del vehículo, en cualquiera de los elementos mencionados, lo más inteligente es acercarse al taller más cercano, e incluso avisar a la grúa para que nos hagan un diagnóstico inicial.

Consejos para mantener un coche parado en buen estado

El principal elemento del coche que sufre si no encendemos habitualmente el motor es la batería. Esta se va descargando de manera natural a un ritmo muy, muy lento. Ese mes que mencionamos no debería ser suficiente para que una batería en perfecto estado, y bien cargada, se descargue y se estropee. Sin embargo, si la batería está próxima al término de su vida útil, puede sufrir mucho más, y podría llegar a quedarse totalmente descargada.

Además, si encendemos el motor una vez al mes, pero no rodamos con el coche durante unos kilómetros (aprovechando para alcanzar la temperatura óptima del motor, entre otras cosas), el balance de carga puede ser negativo: gastaremos energía para arrancar el motor, pero no recuperaremos nada gracias al movimiento. Poco a poco, de seguir con esta dinámica, agotaremos la batería.

Por eso conviene arrancar el coche con más frecuencia si es posible, al menos una vez a la semana, y dejarlo funcionar al ralentí durante unos minutos ayuda a mantener engrasada la parte mecánica. Lo mejor, no obstante, es moverlo unos kilómetros si tenemos esa opción. Evitaremos arrancar el coche en un lugar con poca ventilación.

Si tenemos previsto tener el coche parado durante muy largos períodos de tiempo, se puede desconectar la batería para reducir considerablemente esas pérdidas residuales. Pero es conveniente consultar este tema con tu mecánico de confianza, por si en tu vehículo en concreto resultara contraproducente. Consulta el siguiente enlace para saber más acerca de la duración de la batería de un coche sin arrancar.

Si hablamos de un coche eléctrico o un coche híbrido enchufable que ha de estar parado mucho tiempo, es importante que el cargador permanezca conectado. El propio coche será el que gestione la recarga para evitar la descarga de las baterías. Esto siempre si disponemos del estacionamiento adecuado, claro está. Si la carga llega al 0% puede tener consecuencias muy negativas para el vehículo, pero tampoco es bueno dejar que la batería llegue al 100%.

Es de gran importancia revisar los niveles de los líquidos periódicamente para evitar fugas y controlar su posible evaporación. Ya hemos citado algunos tipos de líquidos, pero no hay que olvidarse, muy importante, de revisar el nivel de aceite y de anticongelante.

Tampoco nos podemos olvidar de comprobar todos los filtros. Es importante, si planeamos tener el coche parado durante meses, cambiar los filtros y ponerlos nuevos (por ejemplo, si se trata de un coche clásico que solo sacamos en verano). Este tipo de comprobaciones, líquidos y filtros, hay que hacerlas de forma regular, independientemente si el coche está parado mucho tiempo o no.

Cuando arranquemos el coche como parte del mantenimiento, activar los elementos electrónicos como los elevalunas, los mandos que regulan asientos y retrovisores, etc. Entre ellos, es importante activar el aire acondicionado para evitar la acumulación de suciedad en el circuito.

Como decíamos antes, muchos lo vivimos durante la pandemia, pero son muchas las situaciones en la que un coche va a estar parado más de un mes. Por ejemplo, si tenemos un coche clásico que queremos mantener a resguardo buena parte del año, o simplemente si nos vamos de viaje una temporada larga y dejamos el vehículo en casa, existen una serie de precauciones que seguir para garantizar el mejor estado de conservación posible. Lógicamente, cuanto mayor sea el período, más precauciones hay que tomar.

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