Lista de verificación para el mantenimiento de tu coche
Hemos insistido en numerosas ocasiones en la gran importancia que tiene efectuar un correcto mantenimiento del vehículo, con el fin de evitar posibles problemas en nuestros desplazamientos y para minimizar la posibilidad de accidentes. Dicho mantenimiento, junto a los elementos de seguridad activa y pasiva de nuestro coche, nos evitarán gran cantidad de problemas.
Un mantenimiento regular y planificado nos ofrece beneficios adicionales. No solo nos previene la aparición de averías no esperadas, sino que además, al detectar los problemas con antelación, reduciremos los gastos de las reparaciones de forma sensible. A medio y largo plazo, además, un coche que ha tenido un buen mantenimiento, mantiene mejor su valor de reventa, con lo que obtendrías un mejor precio en caso de querer venderlo.
Lista de verificación de mantenimiento para tu coche Volvo
Desde Volvo Cars han elaborado una lista de mantenimiento para sus vehículos, tanto para los de gasolina como para los coches híbridos y los coches 100% eléctricos, dividida en tareas mensuales, para realizar cada mes, y en tareas estacionales.
Si tu vehículo Volvo es relativamente nuevo, te facilitará muchas de estas tareas, ya que, por ejemplo, te avisa de la necesidad de hacer un cambio de aceite o te alerta si la presión de los neumáticos es muy baja.
Tareas de mantenimiento mensuales
- Revisión del aceite del motor: Esto se puede comprobar en la pantalla central de tu vehículo Volvo.
- Comprobación del nivel de AdBlue: Esta tarea es solo para los propietarios de un Volvo diésel; también se puede comprobar en la pantalla central.
- Inspección de los neumáticos: Se puede comprobar la presión de las ruedas con un manómetro y hacer una inspección visual de la banda de rodadura del neumático para comprobar su desgaste. En este espacio ya hemos hablado en alguna ocasión de cuál es la presión adecuada para los neumáticos.
- Comprobación de luces y señales de prueba: Con la ayuda de un acompañante que las haga funcionar, compruebas el funcionamiento de todas las luces exteriores y reemplazas las bombillas quemadas, cuando se dé el caso.
- Revisión del líquido limpiaparabrisas: Simplemente, localizas el depósito y lo rellenas.
- Limpieza de cámaras, radares y sensores: Con agua tibia y un champú especial para coches.
Tareas de mantenimiento estacionales
- Reemplazo de las escobillas del limpiaparabrisas.
- Revisión de la bola de remolque.
- Comprueba que dispones en tu vehículo de un triángulo de advertencia y un chaleco reflectante.
Además de las tareas de la lista de mantenimiento, tendrás que tener en cuenta que hay que cambiar los neumáticos en función del kilometraje o del tiempo de uso. Independientemente de que su estado parezca ser bueno, se recomienda sustituirlos cada 50.000 kilómetros o antes de que cumplan 8 años, lo que antes suceda. Si están en buen estado puedes conducir con unos neumáticos que han rodado más que esa distancia, pero su agarre y su rendimiento en mojado se van a deteriorar de forma gradual.
Diferencias en el mantenimiento de los coches eléctricos
Si has adquirido recientemente un coche eléctrico, es posible que te preguntes qué cambios hay, en cuanto al mantenimiento, con los vehículos que tienen un motor de combustión. La principal diferencia es, lógicamente, el mantenimiento de la batería.
También tienes que tener en cuenta que un coche eléctrico (y también los híbridos) tienen otros elementos únicos, como el motor eléctrico y el sistema de frenado regenerativo. Un primer consejo ineludible es evitar hacer nada por tu cuenta dentro del motor del coche, por la presencia de baterías de alto voltaje.
Ya proporcionamos una guía de mantenimiento para coches eléctricos, en el que puedes consultar un programa de mantenimiento básico para vehículos eléctricos. Dicho programa va más allá de las tareas de mantenimiento regulares, y ofrece información sobre cada cuánto tiempo (o cada cuánto kilometraje) hay que cambiar diferentes elementos del coche o reponer los líquidos.
Mantenimiento de la batería de tracción de un coche eléctrico
Es decir, de la batería (principal) que proporciona la energía necesaria para que tu coche eléctrico (o híbrido) se mueva. Su correcto mantenimiento te ayudará a maximizar su vida útil, ya que con el paso de los años su nivel máximo de carga se va a ir reduciendo.
En principio, no tienes que hacer nada especial, pero sí que deberías, para empezar, comprobar el estado de la carga de forma regular. También hay algunos hábitos de carga que son recomendables. La principal es evitar las descargas profundas y la sobrecarga, que pueden afectar a la duración de la batería. Una forma de hacer esto es siguiendo el mismo consejo que habrás leído aplicado a las baterías de los móviles: mantener el nivel de carga entre el 20% y el 80%. Evita que la batería “se vacíe”, pero tampoco la cargues al máximo si no es debido a una necesidad concreta.
Por otro lado, también se aconseja limitar el número de cargas rápidas, aunque el impacto parece no ser tan grande como se pensaba hace unos años. En todo caso, puedes limitarlo, por ejemplo, a los desplazamientos largos, en los que interesa cargar la batería en un tiempo reducido, para después proseguir el viaje.
Mantenimiento de otros elementos de tu coche eléctrico
Los vehículos eléctricos aprovechan la energía cinética de la frenada para transformarla en electricidad, a través del motor eléctrico. Es lo que se denomina frenada regenerativa. Debido en parte a esto, los sistemas de frenado de los coches eléctricos sufren menos que los de los coches con motor de combustión. Por ello, duran más tiempo y se reduce su coste de mantenimiento.
También puede haber pequeñas diferencias en los elementos comunes a todos los coches; es el caso, por ejemplo, de los neumáticos de los vehículos eléctricos, que han de soportar coches más pesados. La vida del neumático se puede acortar, por lo que en un vehículo eléctrico se recomienda esperar menos tiempo para la sustitución: unos 2 años o entre 30.000 a 40.000 kilómetros.