Una de las ideas generales que se están intentando transmitir acerca del cambio climático y cómo garantizar nuestra seguridad haciendo de la Tierra un lugar habitable es el de la electrificación: ir dejando de lado cuanto los combustibles fósiles para utilizar como alternativa energías limpias y renovables, especialmente en el transporte. Pero algunos audaces inventores están llevando esto un paso más allá, proponiendo reinventar los componentes básicos, en este caso los motores eléctricos.
Una compañía llamada Turntide Technologies, fundada por Piyush Desai, lleva desde 2005 haciendo avances a este respecto. Su idea es fabricar motores eléctricos inteligentes mucho más eficientes que los actuales, que se cuentan por miles de millones y están por todas partes. De este modo, la energía que consumen los motores –la electricidad– cundiría mucho más, algo importante dado que actualmente proviene en buena parte de energías no renovables.
El motor eléctrico de inducción trifásico lo inventó Galileo Ferraris en 1885, aunque su investigación no se dio a conocer hasta tres años después y nunca lo llegó a patentar. Fue Nikola Tesla quien, habiendo llegado a la misma idea de forma independiente, lo patentaría en varias versiones, que se popularizaron de forma práctica a partir de 1888. Hacia 1892, George Westinghouse había adquirido esas y otras patentes y licencias y sus ingenieros crearon motores eléctricos totalmente prácticos, incluyendo versiones para los primeros automóviles (que eran eléctricos). El motor SMS de Turntide es un motor de reluctancia conmutada, similar en principio, pero diferente; tiene un rotor de acero que gira alrededor de varias bobinas que actúan como electroimanes variables.
El hecho de poder controlar de forma precisa la corriente eléctrica en los electroimanes y poder variar la «forma» del campo magnético muy rápidamente es lo que hace que los motores de Turntide sean más eficientes. Todo esto se gestiona desde el exterior del motor mediante software; algoritmos de aprendizaje automático que son capaces de adaptarse a diferentes velocidades de rotación y comportamientos del motor. Los ingenieros de la compañía lo comparan con pilotar un caza de combate o un coche deportivo; hoy en día esos ingenios mecánicos están completamente controlados por ordenador y sin software no se podrían levantar del suelo o rodar lo más mínimo… Pues con los motores SMS, igual.
Aunque existen multitud de prototipos y sistemas Turntide con cierta potencia ya funcionando, hay que tomarse con cierta cautela las cifras de rendimiento y ahorro que facilita Turntide (25% de eficiencia, 64% de ahorro, aunque depende de las particularidades de cada caso), porque esas comparaciones siempre complicadas y llenas de detalles. Lo que está claro es que buscan la optimización por encima de todo, sumando sus conocimientos en varios terrenos relacionados con los motores de inducción:
- En los metales con que se fabrican, que son comunes y no del tipo «tierras raras» de otros motores.
- Fabricándolos en tamaños estándar, para que reemplazar motores viejos por otros más eficientes sea fácil.
- Priorizando las soluciones para los motores que actualmente son más ineficientes (aires acondicionados, granjas…)
- Buscando que los motores sean fáciles de controlar y ajustar.
- Procurando que los nuevos motores sean más baratos que los actuales, para facilitar el cambio.
- Haciendo que por su diseño tengan menos problemas de mantenimiento y una vida más larga.
Lo que está claro es que el plan de reinvención de los motores de Turntide es innovador; de hecho ha sido respaldado por financiación del Amazon Climate Pledge Fund, de Breakthrough Energy (un proyecto fundado por Bill Gates), Footprint Coalition y varias empresas de capital riesgo. Además, su hoja de ruta es clara: reinventar lo básico para acelerar la ansiada electrificación y con ello la eficiencia del uso de la energía… Todo con el objetivo de salvar al planeta luchando contra el cambio climático, una loable causa.