¿Qué tienen que ver la sostenibilidad y la seguridad vial?
Cuando hablamos de Seguridad Vial pensamos, de inmediato, en controles de velocidad, sistemas de seguridad en el coche, cursos de conducción segura,… Pensamos en controles y operativos de la DGT y en prevenir accidentes y reducir a cero los fallecidos y los lesionados. También pensamos en multas y en infracciones, pero raras veces nos paramos a pensar en que hay otros muchos aspectos que pueden influir en esa seguridad, como por ejemplo el mantenimiento de las infraestructuras.
Una smart city mejora la seguridad vial
El diseño urbano es fundamental desde el punto de vista de la seguridad vial porque es clave para todos los tipos de entidades relacionadas; los peatones, conductores de coche, ciclistas, motoristas y demás. Uno de los factores que más influyen en la accidentalidad es la cantidad de tráfico y su velocidad: a mayor cantidad de vehículos, más probable es que aumente la siniestralidad; cuanto más rápido se muevan, más riesgo.
En una smart city con un diseño cuidado de las calles, las calzadas, los desvíos y, sobre todo, con una red de transporte urbano eficiente y accesible, el tráfico rodado disminuye de manera considerable. Estos elementos contribuyen a mejorar la seguridad vial si trabajan junto. Es decir, si disponemos de buenas y eficientes infraestructuras, un transporte eficiente que favorezca la reducción del tráfico, y mejores sistemas de monitorización y vigilancia del mismo. Si alguno de estos puntos falla, el conjunto se resiente.
Por otro lado, el mantenimiento de las infraestructuras viales es fundamental para mejorar la seguridad de todos. Hablamos, por ejemplo, de:
- Limpieza de las carreteras: arcenes, calzada, cunetas o medianas deben mantenerse en perfecto estado de limpieza para evitar los riesgos que los desperdicios suponen para el tráfico. Por ejemplo, la acumulación de polvo y suciedad pueden volver una carretera normal en una superficie muy deslizante cuando comienza a llover.
- Mantenimiento de los puertos de montaña y los tramos con riesgo de heladas o nieve, también es fundamental para la seguridad, y por eso deben existir buenos equipos especializados, por ejemplo, los quitanieves o los camiones que depositan sal, para evitar la formación de hielo.
- La iluminación es crucial, y por ello es necesario invertir no solo en suficientes puntos de luz, sino que sean más duraderos, más fiables y que consuman la menor cantidad de energía posible. De la misma manera, las señales y luces en túneles y sus accesos también juegan un papel importantísimo, y su mantenimiento contribuye a mejorar la seguridad.
- Una correcta y eficiente gestión del agua, y por supuesto del alcantarillado y las aguas residuales, juegan a favor de la seguridad previniendo las inundaciones y otros inconvenientes en caso de fuertes lluvias.
- La jardinería, o más bien el mantenimiento de jardines, es otro de esos elementos que no asociamos con la seguridad vial, pero un mal cuidado de estos espacios puede dar lugar a ramas débiles, raíces que crecen e invaden parte de la carreteras o árboles que caen con fuertes vientos.
Todo influye a la hora de mejorar la seguridad vial, desde los peatones, los ciclistas y todos los conductores de vehículos, pasando por las infraestructuras y su trazado y diseño, hasta los detalles en apariencia más alejados del acto de conducir, como el mantenimiento de parques y jardines.
Vía | El blog de Ferrovial