Carreteras y coches conectados, detección de obstáculos, sistemas multisensor, aparcamiento automático… son algunos de los terrenos en que se mueve Zenuity, una empresa de desarrollo de software para el mundo de la automoción creada conjuntamente por Volvo Cars y Autoliv, la principal empresa de seguridad para automóviles. En estos proyectos participa también NVIDIA, el fabricante de hardware y software de inteligencia artificial.
Tal y como explicó Erik Rosén en la conferencia GAIA, tanto en su trabajo en Autoliv, como más recientemente en Zenuity, muchas de las ideas aplicables al mundo de la conducción pasan por la utilización de las técnicas de inteligencia artificial –como las redes neuronales, el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo– en los sistemas de asistencia al conductor. En el futuro, esto podría llevar a la evolución de los sistemas de conducción y es precisamente por ello por lo que la seguridad es clave en todo el proceso.
Uno de los desarrollos de Zenuity consiste, por ejemplo, en un sistema de visión artificial capaz de crear una clasificación de los objetos que se pueden ver en las carreteras. Esto incluye no sólo distinguir en la calzada los carriles y los arcenes que marcan los lugares por los que se puede circular; también incluyen un entendimiento semántico de los escenarios, según el cual, en cada “fotograma”, puedan distinguirse detalles como las señales de tráfico, semáforos, aceras, la hierba, los edificios, el cielo, los postes y, por supuesto, otros vehículos y a los peatones.
Otro de los principios del desarrollo es la premisa de que los conductores querrán que en el futuro los coches sean tan fáciles de utilizar como lo son hoy en día los teléfonos móviles. Algo que no es trivial dada la complejidad de todos estos sistemas de ayuda a la conducción. Como el lema de Zenuity es Make it Real (“hazlo real”), todos estos sistemas deben ser capaces de funcionar de forma intuitiva, actualizarse cuando sea debido y mantener siempre los márgenes de seguridad. Muchos de los sistemas que se desarrollan son redundantes, lo que quiere decir que en caso de problemas siempre hay una especie de “copia auxiliar” que puede evitar situaciones de riesgo.
Entre los anuncios recientes está la llegada de las tecnologías de Alerta de firme deslizante y Alerta de luces de emergencia (antes sólo disponibles en Suecia y Noruega), y que permiten a los coches “avisarse” en tiempo real de los peligros e incidencias que encuentren a su paso, como zonas resbaladizas o si hay un vehículo detenido que ha activado los indicadoresx de emergencia. Estos sistemas funcionan conectando a todos los vehículos a través de una “nube” (cloud) en red.