Las calles y carreteras necesitan mantenimiento periódico para combatir el deterioro causado por el tráfico de vehículos, incluidos coches, camiones y motocicletas. Este tráfico acaba produciendo baches, grietas, ahuellamientos y surcos debido al paso repetitivo de grandes pesos y a la acción del agua de la lluvia y la nieve. Es obligatorio repararlos para la seguridad de los conductores, aunque no siempre es fácil identificar el punto exacto de actuación o preverlo.
Contando coches por toda la ciudad
La forma de conocer mejor el tráfico para analizar estas necesidades ha consistido tradicionalmente en repartir «contadores de coches» por la ciudad. Consisten en un tubo de plástico, grapado al suelo y lleno de aire, que, al ser presionado por vehículos, genera una variación de presión detectada por un sensor electrónico. Estos impulsos se transmiten a una central mediante radio u otros sistemas de comunicación. Es como «contar ovejitas»; todo el mundo los ha visto alguna vez, cruzando de lado a lado la calzada.
Las cámaras de vídeo inteligentes se utilizan también como una solución más precisa, que analiza el tráfico desde las alturas contabilizando vehículos de todo tipo. Eso sí, son notablemente más caras. Por eso resulta tan interesante la propuesta de Bob Hammell, un entusiasta de la electrónica y los gadgets con varios premios a la innovación: una cámara pequeña y muy económica que realiza la misma función y que además enseña cómo funciona todo esto.
Un proyecto educativo y muy barato
La propuesta de «proyecto casero» de Hammell es un pequeño dispositivo que viene a costar menos de 200 euros: unos 60 de la cámara, 70 de la placa y otros 50 entre la caja, cables y resto de electrónica. Esta cámara queda lista para funcionar con solo proporcionarle conectividad mediante una tarjeta de datos móviles. Es todo un ejemplo de la llamada IoT («Internet de las Cosas»): muchos dispositivos muy baratos realizando tareas útiles al unísono.
En la página del proyecto (IoT Vehicle Counter) hay profusos detalles sobre el proyecto, en un excelente paso-a-paso: componentes hardware, fabricación, código… Puede ser útil como proyecto educativo para jóvenes o como entretenimiento para personas interesadas en la tecnología. Su autor afirma que se puede montar una de estas cámaras en unas 10 horas.
La idea básica es utilizar el sensor óptico de una cámara barata (OpenMV Cam H7 Plus) conectada a una tarjeta microcontroladora AVR IoT Cellular Mini board que incluye la conectividad móvil. Todo va encapsulado en una caja de plástico impresa en 3-D a medida, con una batería recargable y una goma elástica para sujetarlo todo a un poste o señal a la altura de los vehículos.
La cámara toma imágenes de 240 × 240 píxeles a 10 fotogramas por segundo, que se procesan con técnicas de IA (detección de objetos mediante entrenamiento) y son capaces de distinguir todas las siluetas de los vehículos. El dato final que proporciona la cámara es simple: un +1 cada vez que aparece un vehículo nuevo frente a su objetivo. De nuevo «contando ovejitas» pero esta vez con una cámara digital.
En las conexiones periódicas a través de telefonía móvil al servidor central (en este caso, a través de los Amazon Web Services) la microcontroladora envía el número de identificador del dispositivo y el total de coches que han circulado desde su encendido. Esto permite situar los datos sobre un mapa y analizarlos con más detalle.
Datos prácticos para soluciones cotidianas
Esta información permite conocer el tráfico en tiempo real, calcular promedios diarios y realizar predicciones. Se pueden detectar tendencias y evaluar cuántos coches circularán por una calle en los próximos días.
A diferencia de las cámaras y sensores de los ayuntamientos, que en ocasiones son soluciones escasas y demasiado estáticas, estos pequeños inventos pueden desplegarse por muchas más calles de la ciudad o llevarse allí donde se necesitan. Esto permitiría planificar mejor las labores de mantenimiento: descubrir nuevas calles a las que se les está dando más uso, ver cuáles prefiere (o evita) la gente por diversas razones y demás. Todo en pro de mejorar su mantenimiento y con ello su seguridad, algo que nos interesa a todos.
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