La autolimitación de velocidad mediante la tecnología, otra forma de seguridad en la conducción
Teniendo en cuenta la cantidad de accidentes que todavía se producen en carretera por excesos de velocidad o por la conducción bajo los efectos del alcohol, es normal que se siga trabajando en soluciones tecnológicas que permiten evitar estas circunstancias y salvar vidas. Una de ellas es la autolimitación. Para mucha gente, por ejemplo, es inconcebible que algunos vehículos puedan alcanzar los 260 km/h si las autopistas están limitadas a 120 km/h. Y técnicamente no es muy complicado activar una limitación electrónica de la velocidad. A este respecto Volvo Cars anunció recientemente que limitará a 180 km/h la velocidad máxima de todos sus vehículos a partir del año 2020, con el objetivo de conseguir “cero accidentes“.
Según las estadísticas de la DGT el 33% de los accidentes se producen por distracciones, el 29% por exceso de velocidad y en el 26% está presente el alcohol como parte de las circunstancias. El trabajo para evitar las distracciones con los teléfonos móviles está siendo tan importante que en algunos smartphones ya se activan el “modo coche” (que anula la recepción de notificaciones y llamadas) tan pronto se detecta el movimiento sobre un vehículo. Es parte del compromiso de los fabricantes de estos dispositivos para ayudar a evitar esas distracciones. Aunque esta función se puede desactivar manualmente, hacerlo requiere un esfuerzo consciente; la mayor parte de la gente no modifica los valores de fábrica.
Los sistemas de navegación por GPS también podrían limitar la velocidad del coche según las vías por las que se circule, dado que la información sobre la velocidad máxima está disponible en casi todos ellos, tanto para carreteras como ciudades. No es difícil imaginar que en el casco urbano los coches del futuro se vean autolimitados a los 50 km/h, o incluso 30 km/h, en algunas ciudades o zonas como las cercanías de los colegios, parques y similares.
En cuanto a la autolimitación en los casos de consumo de alcohol o drogas las ideas también son de lo más diversas, pero a veces complicadas de llevar a la práctica. Se han visto incluso vehículos que bloquean el sistema de arranque si no se supera el test de un alcoholímetro en una llave especial (y ciudades que tienen esto como parte de su normativa), aunque no son muy comunes hasta ahora. Al respecto Volvo Cars anunció también recientemente la posibilidad de que en el futuro se instalaran cámaras y otro tipo de sensores en el vehículo para comprobar la atención de los conductores. La forma de hacerlo es chequeando si manejan de forma activa el volante, hacia dónde dirigen la mirada, el tiempo de reacción ante las señales de advertencia y otros factores que se sabe que se ven notablemente perjudicados en caso de consumo de alcohol o drogas. En estos casos, podría ser un sistema de asistencia el que incluso activara un modo de limitación de velocidad o alertara a un servicio de asistencia en caso de ser necesario.
El debate sobre todas estas medidas y tecnologías está abierto.