Juego de tronos es una serie que sin duda marcará época, no sólo por la complejidad de la trama y lo fascinante que resulta el mundo imaginado por George R.R. Martin sino por su excelente aprovechamiento de los efectos visuales y especiales (VFX) en la creación de todo tipo de secuencias: desde ejércitos de muertos vivientes a lobos gigantes y, por supuesto, imponentes dragones. En muchas de estas secuencias veíamos formidables ejércitos batallando de forma épica, junto a extensas ciudades con arquitecturas imposibles, por no hablar del Muro, de más de 200 metros de altura y cientos de kilómetros.
La producción de cada episodio de la última temporada de Juego de tronos cuesta unos 15 millones de dólares, que es cinco veces más de lo normal en una serie típica. Un presupuesto enorme ante el que palidecen incluso algunos largometrajes. Y una buena parte de ese presupuesto se invierte en los VFX, que ocupan una buena parte del tiempo de pantalla de cada episodio y en los que se trabajan desde meses antes de su emisión, tan pronto como se ha completado el rodaje con los actores y actrices.
Carolina Jiménez es una artista española que trabaja en Scanline, uno de los estudios que participó en la creación de los VFX de la octava y última temporada de Juego de tronos. El trabajo se suele repartir entre varios estudios, debido al volumen y diferentes “especialidades” de cada uno de ellos. En sus hilos de Twitter, la artista ha desvelado parte del “cómo se hizo” de algunas de las escenas, donde se combinan las imágenes “reales” con las digitales y donde se puede examinar con detalle lo que procede de la cámara y lo que se ha generado mediante ordenador.
Muchísimas de las escenas de Juego de tronos se ruedan sobre un croma verde –a veces de hasta 20 metros de altura– que sirve para luego reemplazar los fondos y crear así vistas espectaculares, ya sean desde barcos, torres o alrededor de los protagonistas en las batallas. Al igual que en otras superproducciones como la saga de El señor de los anillos y El hobbit, en los ejércitos sólo son actores los personajes que aparecen en primeros planos: el resto son agentes digitales, muñecos 3-D con apariencia muy real que se mueven y comportan como los artistas decidan. Luego se añaden los fondos y capas con otros efectos: humo, fuego, flechas, etcétera, y se procede a la corrección de color.
{Ojo: a partir de este punto puede haber algún spoiler que destripe algún detalle de la trama, algo que agradecerán quienes todavía no hayan terminado de ver la serie.}
Combinar objetos y personajes digitales con actores es ya un trabajo habitual de los estudios de VFX en casi cualquier tipo de producción. Cuando los dragones atacan a los diversos ejércitos se usa la misma técnica: dragones generados por ordenador contra agentes digitales (usando llamaradas también creadas mediante software), excepto en los primerísimos planos en los que se ven las reacciones de algunos actores. En estas escenas se intentan usar las localizaciones exteriores reales que aparecen en el resto de escenas. Para un mayor realismo las tomas aéreas se graban a veces con una Spidercam, que es como se llaman las cámaras móviles suspendidas de cables que también se utilizan en estadios y eventos deportivos. Si la altura es excesiva, drones o helicópteros.
La misma técnica se usa a veces con la variante de cubrir con una tela o pintura de croma verde los objetos en los que luego se van a insertar personajes animados en 3-D como lobos, osos o monstruos gigantes. Los fondos y objetos verdes suelen llevar marcas de registro en forma de cruces, para poder captar sus movimientos mediante el software de VFX y coordinarlo con el de los objetos animados en una complicada “coreografía”. En las primeras temporadas cuando los dragones eran todavía pequeñitos se usaba… ¡un palo que parecía una escoba! Cuando se hizo público el “cómo se rodó” generó infinidad de memes graciosos en Internet y “batallas de Photoshop“, con la Madre de Dragones acariciando caricaturas de políticos, perritos calientes gigantes o salmones.
Pero a pesar de utilizar la última tecnología, algunas escenas siguen empleando efectos visuales tradicionales, quizá porque resultan más “realistas”. En particular en las escenas con fuego –y habiendo dragones hay unas cuantas– se emplea fuego real y dispositivos incendiarios para los primeros planos, por ejemplo, cuando Rhaegal arrasa las líneas de soldados sin piedad. La ciudad de Desembarco del Rey que acaba pasto de las voraces llamas era un enorme y detallado decorado en el que hubo que instalar cientos de canalizaciones de gas y mantener vivas las llamas un día tras otro durante el rodaje, con todas las precauciones de seguridad que ello conlleva. Y en la famosa secuencia de la batalla sobre el hielo más allá del Muro tanto el lago como el hielo eran real (un lago de Islandia) aunque las caídas al agua se rodaron en un estudio.
Quienes quieran aprender más sobre estas maravillosas técnicas tecnológicas que permiten vivir aventuras en mundos imaginarios puede visitar la recopilación que hay en WikiFX acerca de Juego de tronos. Los vídeos están organizados por temporadas y estudios, con empresas como Image Engine, El ranchito, Rodeo FX, Pixomondo, Method Studios (antes conocida como Iloura), Weta Digital, Screen Scene VFX, Zoic Studios, Mackevision, Rising Sun y por supuesto Scanline VFX. La lista completa de los artistas y empresas de efectos visuales y especiales es casi tan larga –y talentosa– como la de los actores y actrices que han pasado por la serie.
