La compañía Constain ha presentado recientemente un prototipo de conos-robot (conos de carretera teledirigidos) que se mueven por sí mismo: cuando no son necesarios permanecen en el exterior de la carretera desde donde pueden moverse para colocarse allí donde son necesarios.
Los conos de carretera son elementos de señalización vial que permiten modificar o regular el flujo del tráfico. Se utilizan, por ejemplo, para habilitar carriles reversibles o cerrar carriles al tráfico.
Hasta ahora estos conos se colocan manualmente por operarios que trabajan muy cerca del tráfico y donde los vehículos circulan a gran velocidad, caso de las autopistas.
El uso de los conos-robot puede limitarse a la ubicación más peligrosa del proceso de colocación de conos, que son los primeros que se colocan y los que inician el cierre de un carril. “Ese proceso, que normalmente requiere unos quince minutos, se puede completar en menos de un minuto con los conos de carretera teledirigidos”, explican desde Constain.
Una vez los conos han cerrado el carril sin riesgo para los operarios, el resto de conos se pueden colocar como hasta ahora. Los conos se controlan a distancia y se mueven a unos 5 km/h, una velocidad parecida a la del paso humano. El prototipo teledirigido requiere que sea un operador quien controle y coloque el cono en su posición, pero a distancia. “Lo ideal sería que los conos se moviesen de forma autónoma, pero todavía estamos lejos de conseguirlo.”
El desarrollo tiene como objetivo reducir incluso a cero el número de muertes entre los operarios de mantenimiento en carreteras, un problema para el que recientemente medio millar de personas firmó una petición para mejorar su seguridad y la de otros grupos profesionales que trabajan en las carreteras, desde personal de asistencia en carretera a agentes del tráfico.
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