Como casi siempre que nos planteamos algún tipo de elección, hablando de motor o de muchos otros temas, la respuesta pasa por analizar primero las necesidades del usuario. A la hora de elegir el tipo de tracción de nuestro vehículo deberemos tener en cuenta el uso que vamos a hacer del coche, nuestro propio estilo de conducción, y también otros factores, como el clima de la región donde vivimos.
Vamos a repasar las diferencias entre RWD, FWD y AWD, centrándonos en las ventajas que ofrece cada tracción. Como AWD significa tracción a las cuatro ruedas, finalizaremos recordando otros términos muy parecidos, pero que no significan exactamente lo mismo.
¿Por qué elegir tracción en las cuatro ruedas o AWD?
Las siglas AWD corresponden al concepto All Wheel Drive en inglés, es decir, tracción en las cuatro ruedas o en todas ruedas (al final del artículo daremos una pequeña explicación de este matiz). En un vehículo con este tipo de tracción se proporciona potencia a las cuatro ruedas a la vez, lo que nos da la primera ventaja: más tracción y estabilidad, algo que puede ser francamente útil si las condiciones climáticas son malas.
El hecho de contar con un sistema capaz de distribuir la potencia de las ruedas que en cada momento presentan mayor agarre, facilita el manejo en las curvas, y también en carreteras resbaladizas. Tu vehículo también mostrará capacidad off-road o todoterreno, manteniendo la tracción en terrenos irregulares. Otro punto a favor de la AWD es que mejora la capacidad de remolque de tu coche.
Puedes encontrar tracción AWD en todo tipo de vehículos, desde compactos hasta SUV. En el caso de Volvo Cars tienes este tipo de tracción, por ejemplo, en el Volvo XC60 híbrido enchufable y en el Volvo EX90 totalmente eléctrico. En realidad, todos los coches eléctricos puros están disponibles en AWD, así como muchos de los modelos híbridos enchufables y microhíbridos. Puedes consultar la lista completa aquí.
Ventajas de la tracción trasera o RWD
En los vehículos con tracción trasera, Rear Wheel Drive en inglés, el motor solo envía potencia a las ruedas de atrás. Hasta la década de los 80 era la tracción más habitual, y hoy en día sigue siendo una opción muy utilizada en modelos más deportivos.
La principal ventaja de la RWD es que proporcionan un manejo equilibrado y una conducción agradable, debido a que el vehículo tiene una mejor distribución del peso. Los coches con tracción trasera también ofrecen una mejor aceleración. También es una buena opción para remolcar, y los sistemas RWD requieren poco mantenimiento con el paso del tiempo.
Volvo Cars dispone de varios vehículos con tracción trasera o RWD, como por ejemplo el Volvo EC40 y el Volvo EX30 eléctricos puros.
Ventajas de la tracción delantera o FWD
En el caso de la tracción delantera o FWD, obviamente, el motor envía la potencia necesaria para mover el coche a las ruedas de la parte delantera. Es la tracción que vas a encontrar más frecuentemente hoy en día. FWD son las siglas del término en inglés Front Wheel Drive.
Los puntos fuertes de la tracción delantera son una mejor estabilidad durante la aceleración y un manejo predecible, lo que facilita su conducción. Además, los vehículos equipados con el sistema FWD proporcionan mejor tracción en condiciones de nieve o lluvia y consumen menos combustible, gracias a un diseño más ligero.
Es un tipo de tracción muy adecuada para la conducción en ciudad y los pequeños desplazamientos diarios. La podemos encontrar en todo tipo de vehículos, desde compactos hasta coches más grandes como familiares o SUV. Volvo Cars ofrece esta tracción, por ejemplo, en el Volvo V60 Mild hybrid.
Otros términos que debes conocer: 4WD y 4×4
Hemos dicho que AWD significa tracción en las cuatro ruedas. ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre AWD y 4WD, del inglés 4 Wheel Drive? De forma literal también se traduce como tracción en las cuatro ruedas, pero hay algunas diferencias que conviene tener en cuenta para saber con seguridad de qué hablamos en cada caso.
El sistema 4WD envía a las 4 ruedas tanta potencia como sea necesaria para conseguir la máxima tracción. Mientras que el sistema AWD puede variar la potencia que llega a cada rueda de firma automática. El término 4×4 generalmente se refiere a lo mismo que el 4WD, aunque en algunas fuentes podéis encontrar matices en su significado.
Explicado de otra forma: con la tracción 4WD el conductor puede elegir conectar o desconectar la tracción a las 4 ruedas. Con la tracción AWD, en cambio, el conductor no tiene que hacer nada. El sistema se encarga por sí mismo de, por ejemplo, otorgar menos potencia a las ruedas que deslizan para que la tracción sea la máxima posible en cada circunstancia.
El punto fuerte de un vehículo equipado con 4WD es la conducción off-road, a velocidad baja en terrenos muy complicados. La tracción AWD, sin ser la primera opción, responde de forma adecuada off-road, es un todoterreno, pero además es una fantástica elección en los casos antes mencionados: carreteras sinuosas, condiciones climatológicas adversas, y en definitiva, para cualquier tipo de carretera. Además, el sistema AWD responde mejor a la velocidad.
