Según los datos de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), los coches híbridos enchufables (los llamados PHEV) son los más vendidos en España de los eléctricos, superando a los eléctricos puros: en los dos primeros meses del año, por ejemplo, se matricularon 7.146 vehículos de este tipo (supone una cuota de mercado del 6,84%) y 4.162 de los otros (3,98% del mercado).
Tanto los coches híbridos autorrecargables como los enchufables PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicles) almacenan energía en las baterías y de ahí la recuperan, lo que evita el uso del motor de combustión de gasolina o diésel convencional. A diferencia de los híbridos autorrecargables, los PHEV proporcionan una mayor autonomía en el modo exclusivamente eléctrico, ya que incorporan unas baterías más grandes. Por este motivo contaminan menos y también reducen el consumo de combustible fósil. De hecho, los vehículos que ofrecen al menos 40 km en modo eléctrico, como todos los Volvo híbridos enchufables, son aptos para la Etiqueta Cero de la DGT, la cual conlleva algunos beneficios, por ejemplo, la exención de dos impuestos, el de matriculación y el de vehículos de tracción mecánica (IVTM), entre otros.
El consumo de un híbrido en carretera depende de varios factores, como la distancia recorrida entre cargas de la batería o si se enciende el aire acondicionado o no, el peso del vehículo o su aerodinámica, entre otros. Un estudio concluye que ofrecen una mayor eficiencia energética que los vehículos convencionales, especialmente en la conducción con paradas y arranques, debido al frenado regenerativo. Esta técnica se basa en un sistema de aprovechamiento de la energía cinética (KERS): la energía producida en el proceso de frenado se acumula para aprovecharlo en el momento de la aceleración.
Volvo Cars introdujo este sistema proveniente de los coches de Fórmula 1 hace casi diez años, alcanzando ahorros de hasta un 25%, con un dispositivo que transfiere la energía de frenado al volante, haciéndolo girar a velocidades de hasta 60.000 revoluciones por minuto. El frenado hace girar el volante hacia arriba, y la aceleración aprovecha su impulso proporcionando tracción a las ruedas traseras.
Con una conducción combinada, y de acuerdo con el protocolo de medición WLTP, un híbrido enchufable XC60 Recharge (T8 AWD) consume 2,4 litros/100 km. Mientras que el coche de combustión interna XC60 (B6 AWD) 8,4 litros/100 km.
Un híbrido enchufable, en el modo totalmente eléctrico, es perfecto para desplazamientos cortos. Para largas distancias se activa el modo híbrido. En los coches de Volvo, puedes controlar el consumo de combustible, la carga de batería y el uso promedio de la electricidad con respecto al consumo de combustible mediante la app Volvo Cars.
Los PHEV permiten circular muchos más kilómetros en el modo eléctrico que los autorrecargables, y esto supone un gasto menor en el consumo de combustible. Sin embargo, debes tener en cuenta que con este tipo de vehículo necesitas acceder a un punto de recarga. Normalmente se enchufan a la red eléctrica en el garaje de casa por la noche (tramo horario habitualmente más asequible al aplicarse una tarifa valle, junto con los fines de semana y festivos), con la posibilidad de alimentarse en una instalación conjunta con placas solares, algo todavía incipiente, pero que se extiende rápidamente por el ahorro que supone, especialmente ahora cuando el coste de la luz está disparado.
Si se compara con un coche eléctrico puro, los híbridos enchufables son, en general, más económicos que estos a la hora de comprarlos. Y además de más autonomía, siempre están disponibles para su uso porque no necesitan tener recargada la batería para funcionar. La decisión por un híbrido o un eléctrico al final dependerá principalmente del uso que le vayas a dar.
