Las distracciones al conducir son un factor de riesgo de gran importancia, y tienen un impacto muy grande en la accidentalidad. Manipular el navegador, atender el smartphone, manipular el sistema de sonido del coche o buscar algún objeto son de las distracciones más comunes en carretera. Las razones por las que los conductores realizan esas acciones mientras conducen son múltiples, pero el aumento de la seguridad en el coche, los trayectos largos por autovías y sobre todo el auge de las tecnologías móviles hacen que cada vez estas distracciones sean más frecuentes.
Las distracciones causan el 30% de las víctimas mortales en la carretera. Si le ponemos números, podemos decir que cada año fallecen unas 500 personas en accidentes por distracción. Sin duda la fuente de distracciones más importante es el teléfono móvil, y además es una de las más peligrosas para los conductores. Conductores, expertos y autoridades están de acuerdo de manera casi unánime (94%) en que manipular el teléfono al conducir es una actividad muy peligrosa, pero cada vez son más quienes lo utilizan en algún momento.

De hecho, el 43% de los jóvenes, según el RACC, lo utilizan para enviar y recibir mensajes de WhatsApp mientras conducen. Esos jóvenes seguramente no sean conscientes de los metros recorridos sin control alguno cuando teclean un mensaje, o navegan por el smartphone, mientras circulan a 120 km/h en las autovías y autopistas. Cada segundo de distracción a esas velocidades supone recorrer algo más de 33 metros completamente a ciegas.
¿Cuánto se tarda en encontrar un contacto en la agenda? ¿Cuánto en escribir un mensaje corto? Todas esas “pequeñas” acciones suponen centenares de metros en los que la conducción no recibe el 100% de la atención, por lo que el riesgo se multiplica de manera innecesaria. Cualquier imprevisto en esos momentos llevará casi irremediablemente a un accidente: un animal que se cruza delante de nosotros, un frenazo inesperado…
La Asociación Americana de Automovilismo establece tres fuentes diferentes de distracción al usar el smartphone para enviar un mensaje mientras conducimos: distracción visual al leer la pantalla; distracción cognitiva, porque estamos ocupados en la redacción del mensaje; la distracción manual, porque los dedos han de teclear las palabras. Y mientras tanto, el coche circula sin guía… por mucho que nos parezca que seguimos manteniendo la atención.
Otras fuentes de distracciones en el coche
Según el RACE, además de las distracciones causadas por el mal uso de las tecnologías en el coche, existen otras fuentes muy típicas que causan distracciones en el conductor. Estas no son nuevas, sino que nos han acompañado toda la vida, a saber: mirar el paisaje, discutir o atender a los acompañantes del coche, comer, beber, fumar, maquillarse, leer el periódico… (y con respecto a estas dos últimas existen pruebas de ello gracias a las cámaras de la DGT).
Existen otros factores no menos importantes como causas de distracción, como el hecho de transitar por una vía o ruta conocida y monótona o presenciar un accidente, y también influyen en las distracciones nuestros problemas personales, o problemas en el trabajo y que nos tienen preocupados por el motivo que sea.

Reconocer que existen fuentes de distracción peligrosas mientras conducimos nos puede dar las claves para entender cómo prevenir accidentes de trafico. Es una cuestión de conciencia propia de que casi cualquier cosa de la que nos acordemos mientras conducimos puede esperar. No debería haber nada tan urgente como para que no lo podamos retrasar unos minutos, mientras buscamos una salida de la autovía y un lugar en el que detenernos para escribir ese mensaje o leer ese correo electrónico.
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