Una escultura de origami que absorbe la contaminación de los coches

Esta escultura de tejido se llama Breath/ng y tiene la particularidad de que a lo largo de un año puede absorber del aire la contaminación de 90.000 vehículos. Es obra del arquitecto japonés Kengo Kuma y se dio a conocer durante la celebración de la semana del diseño de Milán, la Milan Design Week.

El tejido utilizado en la escultura, desarrollado por Anemotech, separa y absorbe las moléculas tóxicas a través de nanomoléculas, de forma parecida a como funcionan los filtros de las máscaras antipolución para motoristas y ciclistas.

La contaminación del aire, especialmente en los entornos urbanos, es uno de los grandes desafíos actuales y tiene un gran impacto en la salud y en el bienestar de la población. Este problema causa en España más de diez mil muertes al año y hasta ocho millones de personas en todo el mundo, según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

La estructura en forma de espiral se diseñó utilizando un avanzado software de diseño 3D como parte del proyecto “Design in the Age of Experience“, e impulsado por la compañía francesa Dassault Systèmes, un diseño que de otro modo no habría sido posible llevar a cabo por su geometría y complejidad.

A partir del diseño 3D por ordenador se determinó el número de paneles necesarios para construir la escultura, la forma de plegado y las uniones necesarias para sostener la estructura. Después, cada panel, de algo más de un metro cuadrado, es doblado a mano, de forma parecida a como se hace en el origami con las figuras de papel.

La altura total de la escultura alcanza los seis metros y está formada por 175 m2 de tejido, que queda suspendido por un mástil fabricado con fibra de carbono. Para mantener unidos los 120 paneles de tejido se imprimieron en 3D y de una sola pieza hasta medio cementar de juntas específicamente diseñadas para la ocasión.

Según Inhabitat, “la poderosa estética de esta instalación de purificación de aire es una gran solución con un consumo cero de energía. La escultura Breath/ng de Kengo Kuma convierte con audacia el problema casi invisible de la contaminación atmosférica en una experiencia visible y tangible.”

En esta entrevista para Dassault Systèmes el arquitecto japonés, explica algunos de los desafíos del diseño y de cómo las herramientas actuales posibilitan este tipo de “arquitectura flexible”, que representa la fragilidad de la vida y la relación de armonía que debe existir entre ésta y el diseño.

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