¿Qué tienen en común Steven Spielberg, Guillermo del Toro, James Cameron o J.J. Abrams? Aparte de ser directores de cine de fama mundial, comparten un nexo común. ¿Star Wars, Los Vengadores, Parque Jurásico, E.T. o Transformers? Todos estos títulos, así como los cineastas citados previamente forman parte de la historia de Industrial Light & Magic (ILM), la mayor compañía de efectos especiales de la industria.
En un magnífico reportaje de la revista norteamericana Wired, The Untold Story of ILM (“La historia no contada de ILM”), analizan los pasos de este gigante de la gran pantalla para aplicar, y muchas veces crear, los nuevos aportes tecnológicos para revolucionar los efectos especiales.
Star Wars, una “nueva esperanza” para el celuloide
Todo empezó cuando George Lucas concibió el guión para La Guerra de las Galaxias en 1975, un tiempo en el que la tecnología requerida para dar vida a este universo de ciencia ficción simplemente no existía. Si hay un eje vertebrador entre los testimonios de los 43 personajes entrevistados para este reportaje es la innovación. Y así, Lucas fundó ILM para dar a luz una de las franquicias más importantes de la cultura popular reciente, y una compañía basada en atreverse a apostar por lo más innovador.
ILM nació en un almacén en 1975, formada por graduados universitarios, y que hoy puede sacar pecho de haber contribuido al desarrollo de 317 películas. Eso es solo la parte visible, pues algunas grandes compañías surgieron de sus investigaciones: como Pixar, el laureado estudio de animación; o el programa de retoque fotográfico Photoshop, desarrollado por uno de los empleados de ILM (entre otros) durante sus horas libres.
40 años haciendo magia en el cine
La entrevista analiza todos los pasos de la compañía desde ese albor de la mano de Lucas. Puntualiza momentos que, a la larga, se revelarían como clave. Por ejemplo, en las primeras fases de los efectos generados por ordenador, la división que quería hacer películas animadas (Pixar), terminó por escindirse y tuvo unos primeros años de desarrollo con el mítico Steve Jobs – durante el periodo en el que le echaron de Apple.
Mucho ha llovido en estos 40 años de historia. Cientos de secuencias icónicas se las debemos a estos magos de la gran pantalla: desde múltiples clásicos de los 80 como Los Cazafantasmas o Los Goonies, pasando por el T-1000 en estado líquido de Terminator II, los veciloraptors de Jurassic Park, el bombardeo japonés en Pearl Harbor… hasta la revolución digital que han supuesto películas como Warcraft (que ha elevado el motion capture a otro nivel), Los Vengadores: La Era de Ultron, o Star Trek Beyond.
Sobre estas líneas se puede ver un vídeo en el que ILM resume algunas de las películas más icónicas para las que prestó su flamante granito de arena. Todo un ejemplo de cómo tecnología e innovación pueden dar un vuelco tremendo a un determinado sector.