Hacer música es tan divertido como escucharla. Partiendo de este principio el equipo de desarrollo de Mawson y PopGun crearon en su estudio una app llamada Splash para MacOS y Android que busca precisamente cubrir ese interés de muchas personas. Existe en varias versiones, todas gratuitas, desde lo más sencillo a la versión Pro que utiliza inteligencia artificial (IA), pasando por un juego.
Splash parece un experimento divertido para ver hasta dónde cambia la inteligencia artificial la forma de hacer algunas cosas. La versión básica de Splash es un panel de composición, donde se pueden ir marcando beats con distintos ritmos, combinando instrumentos: batería, bajo, sintetizador, vocales, y demás. Todo viene aderezado con un enorme número de ajustes predefinidos y sugerencias, de modo que cualquiera puede aprenderlo sin hacer prácticamente nada: basta ir probando, tocando con el dedo y oyendo cómo suena.
Después de haber aprendido con esta versión básica se puede probar Splash Pro, que funciona en combinación con software de creación musical como GarageBand, Logic o Pro Tools, entre otros. Esta versión es la que está equipada con módulos de IA y hace que la creación de acompañamientos y mezclas “suene bien” como por arte de magia. Se pueden elegir todo tipo de instrumentos y fuentes, acordes y variar la velocidad, tono, longitud de las notas y otros valores. A partir de esto Splash escribe la música y la convierte a formato MIDI, el estándar musical, algo que normalmente está sólo al alcance de los profesionales con conocimientos.
Según sus creadores, y esto es algo habitual entre quienes trabajan con IA, lo importante es más el resultado real que la explicación sobre “cómo lo hizo la IA”. En otras apps, y también en el caso de Splash, la música es pegadiza, funciona con muchos instrumentos distintos e incluso puede generar voz sintética que suena razonablemente bien. Como primer acercamiento no sólo supera el aprobado, es que además resulta una experiencia muy divertida que acerca la música a mucha más gente de todas las edades.
Otra de las versiones de Splash es la versión para Roblox, una plataforma de juegos, donde utilizan básicamente una extensión de esos principios: ¿Qué es lo divertido de la música? Crearla, tocarla y que la oigan los demás. En el juego hay que crear composiciones y luego mostrárselas a los demás jugadores que están online en la plataforma de juegos Roblox, en una especie de “Batalla de las Bandas” en el que todos se votan y escuchan las composiciones de los demás. La pantalla acaba convertida en una especie de discoteca con escenario en la que los personajes tocan música y bailan, algo que consiguió reunir a más de 33.000 jugadores en menos de 20 días tras el lanzamiento, según contaba Inside.
La música en ocasiones es un gran fenómeno de masas; Splash de hecho tiene ya más de 100 millones de descargas y es especialmente popular entre los más jóvenes, a quienes encantan este tipo de apps que hacen fácil lo difícil, y donde pueden compartir espacios virtuales con sus amigos.