La bicicleta que purifica el aire al circular
El objetivo del Smog Free Project diseñado por el artista e inventor Daan Roosegaarde es purificar el aire de las ciudades. El proyecto consta de diversos equipos. El principal consiste en una torre de unos siete metros de altura que es capaz de purificar 30.000 metros cúbicos de aire por hora capturando la mayoría de las partículas contaminantes que flotan en el aire, de hasta 2,5 micras (PM2,5), y expulsando aire limpio. El que ya es el purificador de aire más grande del mundo —la primera torre se puso en marcha en China en septiembre del año pasado— funciona sin apenas contaminar: usando electricidad procedente de energías renovables y con un consumo de poco más de un kilovatio por hora, un consumo de electricidad que es parecido al de una cafetera.
Como complemento al proyecto de purificación del aire, el estudio de Roosegaarde (que diseñó también un carril bici que brilla por la noche sin usar electricidad) está desarrollando las bicicletas purificadoras de aire, la Smog Free Bicycle. Consiste esencialmente en instalar purificadores de aire (como el empleado en la torre o los utilizados en viviendas) en las bicicletas de Ofo, la principal plataforma de bicicletas compartidas, que en China tiene más de 20 millones de usuarios. Se calcula que en China mueren alrededor de un millón de personas cada año debido a la contaminación del aire.
Al avanzar con el pedaleo, la bicicleta de Roosegaarde aspira el aire ambiental, filtra las partículas contaminantes y expulsa aire limpio hacia el ciclista. El funcionamiento es el mismo que el de la torre, pero en este caso el sistema funciona con el impulso del pedaleo. Está previsto que las primeras unidades de la bicicleta purificadora de aire comenzarán a circular por Pekín este otoño, “combatiendo en las ciudades dos problemas a la vez, el del tráfico y el de la contaminación”, explica Daan Roosegaarde.