Los motores de tres cilindros han ganado mucha popularidad en los últimos años, hasta el punto de que se han convertido en un auténtico estándar en la industria. Se utilizan no sólo en coches ligeros y compactos, sino también en segmentos como los sedanes de clase media y los familiares.
El motor de tres cilindros se desarrolló en la década de 1980 como un motor de bajo coste, pero no se impuso en el mercado. Hasta la década de 2000, los motores principales eran los de cuatro cilindros de 1 l a 2,5 l. A partir de 2010, cuando la reducción del tamaño de los sobrealimentadores se volvió algo común, se mejoraron los soportes del motor y se utilizaron cada vez más motores de tres cilindros en los automóviles pequeños.
El primer motor de tres cilindros de Volvo se lanzó en 2018 en el SUV XC40, galardonado como Coche Europeo del Año. Con un motor de gasolina de inyección directa, 156 caballos, una transmisión manual de seis velocidades y cilindrada de 1,5 litros, se desarrolló internamente utilizando el mismo diseño modular que los motores Drive-E de cuatro cilindros de Volvo.
¿Qué son los motores tricilíndricos?
En general, el motor de tres cilindros tiene muchos menos componentes que los modelos comparables de cuatro cilindros. Normalmente funcionan con gasolina, pero también hay disponibles con diésel. Con un cilindro menos, el motor se vuelve más compacto y ligero. Por tanto, hay menos piezas móviles internas, menos desgaste y pérdidas internas. Esto también permite que estos motores funcionen un poco más eficientemente. De hecho, resulta más barato de producir para el fabricante.
Un turbo le da a este motor impulso para lograr el rendimiento que necesita. Un turbo reducido es un motor turboalimentado que complementa la potencia de un motor más pequeño. Dado que la cilindrada del motor se puede reducir manteniendo la potencia, posibilita a la vez el rendimiento medioambiental y el de conducción.
Por eso ahora también se habla de motores reducidos que pueden ofrecer cada vez más prestaciones con un cilindro menos, una cilindrada menor y un turbo, para lo que antes se necesitaba un motor mucho más potente.
Los tricilíndricos más nuevos están equipados con materiales mejores y más duraderos. Esto ayuda a compensar el mayor desgaste debido al aumento de tensión a altas revoluciones. Incorporando diversas innovaciones, como la supresión de vibraciones y el control del sistema de inyección directa, las marcas apuestan por este sistema.
Ventajas e inconvenientes del motor tricilíndrico
Los motores de tres cilindros brindan muchas ventajas en términos de eficiencia térmica y reducción de la fricción, y también en costes, tanto de desarrollo como de producción, en comparación con los de cuatro cilindros.
Un motor de tres cilindros es mucho más pequeño y ligero. Es más sostenible para el medio ambiente, especialmente en lo que respecta a su fabricación. Gracias a la disminución de los cilindros que reduce la superficie de fricción tiene un bajo consumo. De hecho, la fricción del segmento contra las paredes del cilindro provoca poca pérdida térmica.
La reducción de la superficie de fricción también añade resistencia al desgaste. El nivel de refrigeración de un motor de tres cilindros, además, es más sencillo. Hay menos masa metálica que manejar, lo que favorece la ventilación. Por el menor número de inyectores, válvulas e inyección se reduce el riesgo de avería en los coches que lo incorporan.
No obstante, también presenta algunas desventajas. Comparado con un motor de cuatro cilindros, es menos suave y tiende a vibrar más. Aunque con la evolución de los soportes del motor se han reducido las vibraciones generadas por este, hasta el punto de que en los coches actuales de tres cilindros en línea casi ya no se sienten.
