Un pinchazo es un incidente en carretera que en peor de los casos puede causar un accidente, provocando la pérdida de control del vehículo, y en el mejor de ellos suponer una pérdida de tiempo que trastoque el día del afectado. ¿Esto podría evitarse? Vamos a hablar de los neumáticos Runflat, de qué son, cómo funcionan y sobre si su uso solo supone ventajas, entre otros temas.
¿Qué son los neumáticos Runflat?
Los neumáticos Runflat, run flat o autoportantes son, literalmente, neumáticos que no se pinchan. Para ser rigurosos deberíamos decir que sí que se pinchan, pero la constitución del neumático hace posible seguir rodando sin problemas durante unos kilómetros, a una velocidad reducida, lo que nos permite llegar a un lugar en donde reparar el pinchazo de forma segura. No es una tecnología actual, sino que su concepto pasa ya del siglo de historia.
Se les conoce de diversas maneras según el fabricante (por ejemplo, los de la marca Goodyear son conocidos como RunOnFlat, mientras que Bridgestone los llama DriveGuard), pero en esencia todos son neumáticos que no se deforman bruscamente al perder presión rápidamente.
¿Cómo funcionan los neumáticos runflat?
La clave que los hace sobresalir como una buena opción de seguridad es que sus flancos y laterales están reforzados, de manera que pueden conservar su forma original desinflados, sosteniendo el coche y además, muy importante, sin desllantar a la primera de cambio. Si puedes abrir un neumático Runflat verás que todo su borde interno está recorrido por tacos de goma que, llegado el momento, van a ayudar a mantener su estructura.
No son neumáticos mágicos, y siguen las leyes de la física, por lo que debemos entender que un neumático con baja presión sigue siendo un riesgo. No podemos hacer maniobras bruscas, ni superar la velocidad recomendada, y debemos recorrer el mínimo de distancia imprescindible para su reparación.
La gran ventaja de los neumáticos antipinchazos: no cambiarás más ruedas en la carretera
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que cambiar una rueda en plena carretera no es plato de buen gusto para nadie. Si a eso añadimos circunstancias adversas como lluvia, falta de luz, si es de noche, frío o calor excesivos… se puede convertir en un verdadero infierno. La gran ventaja de las ruedas que no se pinchan es que no tendrás que cambiarlas en la carretera nunca más. Y esto a día de hoy, pero cuando los coches sean autónomos tendrá todavía más sentido.
Recordemos que los neumáticos para coches autónomos como Intelligrip, lanzados hace unos años por una conocida marca, están pensados como un conjunto de sensores más para alimentar el cerebro autónomo, y que sean capaces de rodar sin presión no solo es un plus, sino una necesidad de la que no se puede prescindir.
Así que nunca más cambiarás las ruedas en la carretera, lo cual de por sí es una ventaja sin lugar a dudas. El hecho de no tener que parar en un lado de la carretera para realizar un cambio de neumático es de gran importancia de por sí, ya que evitas cualquier tipo de riesgo relacionado.
Pero, ¿son todo ventajas? Como todo, los neumáticos runflat tienen pros y contras. Entre las ventajas están las ya comentadas, que se complementan con el hecho de no tener que llevar rueda de repuesto, ni herramientas. Además, son más seguros en caso de reventón, ya que al mantener su estructura y no deformarse tan fácilmente como una rueda normal, contribuyen a mejorar nuestro control sobre un coche nervioso.
En el lado de las desventajas podemos citar su mayor peso, un precio más elevado que un juego de neumáticos normal, y el hecho de que si queremos montarlas en un coche que no las traía de serie, tendremos que cambiar también las llantas. De hecho, como comentaremos, no es posible su instalación en todos los vehículos.
Ahora, el balance será más o menos positivo según valoremos el hecho de que no tendremos que cambiar una rueda en el camino, de que no necesitamos saber hacerlo, y de que podremos controlar mucho mejor el coche si por cualquier circunstancia sufrimos un reventón.
¿Puedo seguir circulando si el neumático ha perdido presión?
Los Runflat son neumáticos autoportantes, lo que significa que son capaces de rodar distancias de entre 50 y 250 km a velocidades elevadas de hasta 80 km/h, aun teniendo mucha menos presión de la que sería recomendable.
Ahora bien. Deberás circular la mínima distancia posible y con precaución. Y deberás acudir a tu taller de confianza para que se proceda al cambio o la reparación del neumático. Esto dependerá de las instrucciones del fabricante, en muchos casos se puede reparar una sola vez, y hay excepciones en las que está estipulado que no es posible.
¿Cómo se reconocen los neumáticos runflat? ¿Puede mi vehículo llevarlos?
Debe de ser posible saber si tienes delante un neumático runflat consultando la codificación visible en el lateral de la rueda. Tendrás que tener en cuenta que cada fabricante puede usar una codificación diferente, además de que, como hemos comentado, los comercializan bajo diferentes marcas.
No todos los coches pueden utilizarlos, ya que su uso tiene que estar homologado por el fabricante de tu vehículo para tu modelo en concreto. En tu taller oficial te pueden informar de este tema. Los vehículos que sí pueden usar neumáticos runflat tienen que estar equipados con la tecnología TPMS (Tire Pressure Monitoring System), es decir, un sistema de control de la presión de los neumáticos, y con un tipo de llanta específico.
¿Dónde puedo comprar neumáticos runflat?
Puedes acudir a cualquier distribuidor homologado de neumáticos. Consulta en tu taller de confianza, tras haberte asegurado primero de que tu vehículo está preparado para este tipo de rueda.
Para su instalación también deberás confiar en los profesionales que estén homologados para hacer ese trabajo y cuentan con las instalaciones adecuadas. No debes equipar tu coche con unos neumáticos runflat por tu cuenta.
Es algo obvio, pero nunca está de más añadirlo: este tipo de neumáticos también se deterioran, hay que cambiarlos aunque sean más robustos, y también deben someterse a revisiones periódicas para comprobar su desgaste.