La teleoperación consiste en manejar vehículos a distancia, como si se estuviera allí. Actualmente se puede hacer con prácticamente cualquier vehículo y de cualquier tamaño, desde drones y aviones a radiocontrol hasta coches, pasando por la maquinaria pesada de construcción, barcos o incluso a los rovers marcianos. Ahora una empresa sueca llamada Voysys trabaja para encontrar la mejor relación entre las sensaciones que produce esta “teleoperación” en los automóviles, camiones y vehículos industriales: cuál es la velocidad de respuesta óptima y los diferentes métodos de visualización.
Con esta idea han estudiado diferentes configuraciones y dispositivos para experimentar la sensación de ir en coche o manejar una grúa a distancia: gafas de “realidad virtual”, pantallas planas, curvas, envolventes… Según afirman la proyección en cúpulas envolventes de 180 grados es una de las mejores soluciones. Son relativamente baratas y no sólo proporciona una sensación muy real de inmersión; también permiten a los conductores calcular con gran precisión la velocidad a la que se está moviendo el vehículo –un camión o un coche por la autopista, por ejemplo– así como evitar “puntos muertos” gracias a su mayor ángulo de visión.
Un buen ejemplo es un montaje en el que conectaron un vehículo a radiocontrol equipado con cámara a los mandos de un bólido de carreras, proyectando las imágenes en una gigantesca pantalla cónica. La sensación era que el mundo se había “agrandado” (o el coche encogido) pero como puede verse en el vídeo la sensación parece estupenda, incluyendo los tiempos de reacción. La empresa trabaja en varias versiones de pantallas de 180 grados, 360 grados y con imágenes reales o generadas por ordenador en 3-D.
Otro detalle tiene que ver con la calidad de las imágenes. Actualmente trabajan con cámaras de alta resolución que van más allá incluso de los 4K que es habitual encontrar en televisores, lo cual significa imágenes en 6K y 8K. Las fórmulas varían un poco, pero o bien se “cosen” varias imágenes horizontalmente para cubrir toda la pantalla o bien se utilizan imágenes estereoscópicas para crear el efecto de profundidad (en las gafas VR).
En cuanto al retardo de las imágenes y el control –otra de las claves para que el montaje resulte realista– actualmente han conseguido reducir el retraso cámara-a-pantalla a tan solo 80-90 milisegundos; 300 ms en total si se tiene en cuenta la respuesta del volante. Las transmisiones se realizan a aproximadamente 55 fotogramas por segundo (lo normal son 50-60 fps) y funciona incluso sobre la red de telefonía móvil LTE/4G. Con la llegada de la telefonía 5G esto puede incluso mejorar notablemente.