Lo primero que cualquier lector debería de tener claro es la diferencia entre un coche eléctrico puro y un vehículo híbrido. En el primero de los casos el vehículo se mueve únicamente gracias a la energía eléctrica que se almacena en unas baterías recargables. Por contra, un vehículo híbrido tiene dos motores: uno de combustión (de gasolina o diesel) y uno eléctrico.
También hay que tener en cuenta que hay, al menos, dos tipos de vehículos híbridos, dependiendo de si son enchufables o no. Un coche híbrido no enchufable carga su batería gracias al motor de combustión o al aprovechamiento de la energía cinética durante la conducción, al reducir la velocidad o frenar. Los enchufables se cargan, su nombre lo indica, enchufándolos a un punto de carga; pero también pueden recargar la batería durante la marcha, igual que los no enchufables.
Las ventajas de un coche híbrido enchufable, además de la reducción de las emisiones contaminantes, son diversas: por un lado tienes la máxima autonomía gracias al motor de combustión, pero también tienes mucha más autonomía exclusivamente eléctrica. Obviamente otra de las ventajas es el ahorro en combustible.
Hay más formas de clasificar los coches híbridos. Los coches híbridos en serie son aquellos en los que solo un motor, el principal, mueve el coche, mientras que el secundario tiene la función de recargar la batería. El motor principal sería el eléctrico. Por contra, en los híbridos paralelos ambos motores están conectados a las ruedas. Es decir, ambos pueden mover el coche.
En el catálogo de Volvo, actualmente, cualquier interesado puede encontrar 3 vehículos SUV híbridos, 2 coches Sedán híbridos y 2 coches familiares híbridos. Todos ellos son híbridos enchufables. También podéis encontrar, a día de hoy, 2 vehículos eléctricos puros.
El resto de los vehículos del catálogo de Volvo son microhíbridos o semihíbridos. Esto significa que tienen un motor de combustión interna, pero que también cuentan con un motor auxiliar eléctrico, pero que no tiene autonomía. Se usa como apoyo para reducir emisiones y ahorrar energía.
El futuro va a pasar, es lo más probable, por los coches 100% eléctricos. Sin ir más lejos, desde Volvo ya han anunciado hace tiempo que para el año 2030 está previsto que su catálogo solo esté formado por coches eléctricos puros, que además únicamente estarán disponibles para su venta online. Pero en la coyuntura actual, mientras se desarrolla la red de puntos de carga existentes, la compra de un coche híbrido enchufable puede ser una decisión muy inteligente.