En un mundo cada vez más conectado tenemos que acostumbrarnos a todo tipo de innovación que se va produciendo en el campo del Internet de la cosas, y a la introducción de sistemas de adquisición de datos en cualquier objeto de nuestro alrededor en su relación, por ejemplo, con el mundo del deporte. Las raquetas de tenis no son menos, y a pesar de que ya son por sí mismas objetos muy tecnológicos, tanto en materiales como en diseño, conectarlas es el último paso, y el que más puede hacer no solo por tu juego, sino por el tenis en general.
Tiene mucho sentido dotar a una raqueta de sensores de velocidad, giróscopos y sensores piezoeléctricos (detectan vibraciones) porque, básicamente, la información más importante del juego proviene de la raqueta. Toda la preparación física del tenista, sumada a toda la tecnología de diseño de una raqueta tienen como fin conseguir golpes perfectos. Maximizar la fuerza, la dirección, el efecto… todo ello se consigue combinando jugador y raqueta.
Por ello, la información que puede recabar un sistema inteligente como el que, por ejemplo, desarrolla Babolat (de quien Rafa Nadal es imagen y asesor a la vez) es sumamente útil en dos frentes: por un lado, ofrecer información detallada sobre cada golpe al tenista, y también a su preparador (es la telemetría del tenis, por decirlo así); por otro, toda esa información se puede pasar a un canal de televisión o a un diseñador creativo para generar vistosos gráficos que acompañen a los espectadores durante el juego, haciéndolos más partícipes en el mismo.
La raqueta Babolat Play Pure Drive V1 dispone de los sensores adecuados para medir todo tipo de variables, como la potencia del golpe, localizador de impacto, el tipo y número de golpes (derecha, revés, servicio,…), y además puede grabar hasta 6 horas de juego. Se conecta con una aplicación de smartphone que hace de interfaz con nosotros, como es típico en este tipo de dispositivos.
Pero no todo es integrar sensores con las raquetas. También existen soluciones menos avanzadas como las pulseras (Babolat dispone de esa opción, claro), o los sistemas como el Smart Tennis Sensor, de Sony, que se acopla a la raqueta para recabar una serie de datos sobre el juego. Lógicamente, el nivel de adquisición dista de ser tan extenso y exacto como el que pueda proporcionar “la raqueta de Nadal”, pero se quedan muy cerca:
[…] el sensor Smart Tennis puede registrar datos tan importantes para nuestro análisis del juego como el número de golpes, el punto de impacto de la pelota, el tipo y velocidad del swing, la velocidad de la pelota y su velocidad de rotación.
Este sistema dispone, además de la posibilidad de visualizar el juego y analizar los golpes gracias a una combinación de tecnologías y apps de la propia Sony. Por ejemplo, podremos analizar los golpes en slow motion a la vez que estudiamos las métricas del juego.
Ya sea para aplicaciones profesionales o para nuestros partidos amateur con los amigos, no cabe duda de que son aplicaciones interesantes de la tecnología conectada. Además, puede abrir la puerta a otras aplicaciones como, por qué no, el palo de golf conectado.