El futuro de la automoción está bien claro: debemos reducir sensiblemente las emisiones contaminantes. Esto significa que los motores de combustión deben ser cada vez más eficientes y, a la par, que la electrificación debe ser la tendencia dominante a corto plazo.
¿Qué es Volvo Recharge?
Esa es la razón por la que Volvo Cars se comprometió a electrificar toda la producción. En 2025, se espera que la mitad de las ventas globales sean coches totalmente eléctricos, mientras que el resto serán híbridos. Hace pocos días se lanzó al mercado el primer automóvil totalmente eléctrico de Volvo Cars: el Volvo XC40 Recharge.
Con él, comienza una nueva era, la era “Recharge”. El XC40 eléctrico (o Recharge) es el primer modelo de esta nueva línea de coches. Como Recharge se conocerán todos los Volvo enchufables, es decir, los híbridos enchufables Twin Engine, y todos los vehículos eléctricos con batería. Durante los próximos cinco años, Volvo Cars lanzará un nuevo modelo totalmente eléctrico cada año.
El XC40 Recharge encabeza la transición a Recharge, y existen muy buenas razones para hacerlo así. Es todo lo que define a un Volvo en términos de seguridad, diseño e “infoentretenimiento”. Y es 100% eléctrico y con tracción total. Su autonomía excede los 400 km con una sola carga (homologado según WLTP) y su potencia es de 408CV. El tiempo de carga de la batería (al 80%) es de 40 minutos, con cargador rápido.
Neutralidad climática, el objetivo de Volvo Cars para 2040
La gama de coches Volvo Recharge es la punta de lanza en cuando a la electrificación de vehículos de Volvo Cars. Pero la compañía tiene objetivos más amplios, y el de la neutralidad climática es el más ambicioso de todos. Se entiende por neutralidad climática como el término “climáticamente neutro”, que se trata en realidad de una generalización de “neutralidad de carbono”, o huella de carbono cero. Este último concepto se refiere a conseguir emisiones de dióxido de carbono netas iguales a cero equilibrando la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera con una cantidad equivalente retirada de la atmósfera.
Pues bien, en el concepto “climáticamente neutro” se refleja la inclusión de otros gases de efecto invernadero como el metano (CH4), óxido de nitrógeno (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), fluorocarburos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).
El objetivo de Volvo Cars para 2040 es bien claro: ser una empresa climáticamente neutral. Es un objetivo ambicioso, pero es posible lograrlo dividiendo esa ambición a largo plazo en acciones a corto plazo.
De cara a 2025, el plan es reducir la huella de carbono promedio por automóvil en un 40%, teniendo como base los niveles de 2018. La electrificación desempeñará un papel importante en este objetivo, ya que las emisiones del tubo de escape son un elemento crucial de esa huella.
El resto de la reducción deberá provenir de las operaciones, las plantas de fabricación, la cadena de suministro, la red de logística y, por supuesto, poner un mayor foco en el reciclaje.
La planta de motores en Skövde, Suecia, ya es climáticamente neutral desde 2018, por lo que, a partir de esta experiencia, hay que seguir trabajando duro para que el resto de las fábricas acompañen.
En 2025 se habrán reducido las emisiones de carbono de las operaciones generales, incluidas la fabricación y la logística, en un 25%, mientras que se espera que la cadena de suministro reduzca las emisiones de carbono en otro 25% para ese momento. En Volvo Cars se sigue estando comprometidos, además, con el objetivo actual de incluir elementos plásticos reciclados al 25% en los nuevos coches eléctricos Volvo para 2025.