Sostenibilidad: la importancia de la economía circular y la transparencia
¿Qué pasos va dando Volvo Cars en favor de la transparencia y el medio ambiente? Siempre con la estrategia de sostenibilidad de la organización como telón de fondo, nos vamos a detener en un concepto relacionado con la sostenibilidad, la economía circular, cuya importancia explicaremos, y en un ejemplo de transparencia: el informe sobre la huella de carbono del Volvo EX90 que se ha publicado recientemente.
¿Qué es la economía circular?
En la web del Parlamento Europeo definen la economía circular como “un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido”. Se trata, en definitiva, de extender el ciclo de vida de los productos, a la vez que se reducen los residuos al mínimo.
Owain Griffiths, del equipo de economía circular y biodiversidad de Volvo Cars, consigue ser bastante más concreto al resumir lo que supone ser una empresa de economía circular en conseguir desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos. Bajo esta premisa, se trabaja en minimizar el impacto negativo que tiene el día a día de la empresa en la sostenibilidad, a la vez que se utilizan menos recursos primarios.
¿Por qué es importante la economía circular para Volvo Cars?
Uno de los objetivos que se ha fijado Volvo Cars es ser una empresa de economía circular para el año 2040. Se parte de una producción de 760.000 coches en 2023, en los que se emplearon más de 1,5 millones de toneladas de materiales. Un primer hito en el camino va a ser utilizar el año que viene, 2025, un 25% de materiales reciclados o de base ecológica en los nuevos modelos. Un paso importante, pero hay que dar más para llegar a poder hablar de economía circular.
La sostenibilidad, recalca Owain Griffiths, es ahora una seña de identidad tan importante para Volvo Cars como siempre lo ha sido la seguridad. Proteger el planeta es tan importante como proteger a los usuarios de los vehículos de la marca. Y, por eso, otra de las metas para el año 2024 es alcanzar el cero neto en las emisiones contaminantes, primando la reducción de las emisiones reales por delante de las compensaciones a través de la absorción de carbono.
Elección de materiales y reducción de recursos
Cuando se diseña un nuevo vehículo, explica Owain Griffiths, los equipos de diseño e ingeniería hacen especial hincapié en seleccionar los materiales adecuados: “Los materiales que utilizamos se examinan por su durabilidad, huella de carbono e impacto en la biodiversidad, así como por su impacto empresarial responsable”.
El ciclo de vida de un vehículo abarca toda su vida útil, y más allá, porque también se trabaja en el reciclaje de los residuos. La forma óptima de hacerlo es en circuitos cerrados y de alto valor. Algo que Volvo Cars ha conseguido en el ciclo cerrado de reciclaje de chatarra de acero y aluminio y en el circuito cerrado para baterías. Paralelamente, hay que trabajar en la reducción del gasto de recursos como la energía y el agua.
El proceso para llegar a ser una empresa de economía circular, añade Owain Griffiths, “será una transformación gradual en la que nos centraremos en reducir el uso de recursos a lo largo de toda nuestra cadena de valor”. Esto arranca desde el diseño del producto, que requerirá menos recursos primarios, tiene en cuenta todo el ciclo de vida del vehículo y, como ya hemos mencionado, su reciclabilidad. El proceso ha de implicar también a proveedores y minoristas; se trata, en definitiva, de caminar todos en la misma dirección.
La huella de carbono del Volvo EX90
Dentro del marco de la sostenibilidad, otro de los compromisos adquiridos por Volvo Cars es la transparencia en el relato de las acciones que se emprenden, y también a la hora de mostrar el impacto medioambiental que tienen nuevos coches eléctricos puros de la marca.
Y como el movimiento se demuestra andando, se acaba de publicar el informe de análisis del ciclo de vida del Volvo EX90 100% eléctrico. Este informe se suma a otros publicados anteriormente sobre los vehículos Volvo EX40, Volvo EC40 y Volvo EX30. Recordemos que la marca ya tiene cinco coches totalmente eléctricos en el mercado, y que hay otros cinco modelos actualmente en desarrollo.
Este tipo de informes de huella de carbono documentan “los materiales y procesos clave que contribuyen a las emisiones del automóvil durante su ciclo de vida, desde la extracción y refinado de las materias primas hasta el tratamiento al final de su vida útil”.
En el caso del informe del EX90 se ha comparado el ciclo de vida de este vehículo con otros SUV de la marca muy parecidos en tamaño, pero con diferente tecnología de transmisión. El resultado es que la huella de carbono del Volvo EX90 es significativamente menor: un 50% más pequeña que la del Volvo XC90 mild hybrid y un 20% por debajo de la del Volvo XC90 híbrido enchufable.
Estos datos respaldan la idea de que la electrificación reduce el impacto climático de los vehículos. De hecho, a medida que avanza la electrificación de la flota de Volvo Cars se reducen las emisiones de CO2 por vehículo: el primer semestre de este año 2024 han sido un 25% más bajas que su valor de referencia en 2018.